
A continuacion te ofrezco la oportunidad de leer una magica y maravillosa historia de Amor y Fe.
Índice
Titulo ----------------------- 1
La Historia
Hoy Conocí
A Dios ------------------ 2-89
Personajes --------------- 90
PERSONAJES
Los Protagonistas.
Ilena Parra y Nahúm Monterrosa.
Los Villanitos.
Ricardo Soto.
Francisco Lazo.
Félix Hernández.
Personajes por orden de aparición.
La institutriz.
Noelia Bernal.
La amiga de Ilena.
Alba Canales.
El director del centro.
Ramiro Chasca.
Los padres de Nahúm.
Alberto Monterrosa
y Maximiliana Belmont de Monterrosa.
El narrador.
Un sacerdote.
Tres Policías.
Los Extras.
Renata y Ruth.
Hoy Conocí
A Dios
No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo. León Tolstoi
La HistoriaWashington DC.
En algún lugar indefinido de Washington DC.
En un oscuro cuarto hay una mesita y una silla, en la silla se encuentra sentado un extraño joven, quien está escribiendo en un pequeño cuaderno, como si fuere un diario de su vida.
Narrador: Hola Amigos y Amigas, voy a contarles una historia muy bonita, la cual le sucedió a dos amigos míos. Este era un chico que quienes lo conocían lo creían ateo; pero a solas era un gran cristiano, como quien dice soy cristiano a mi manera, así era él.
La historia comienza así….
Washington DC. 2009
Narrador: Nahum, era un joven de solo veinte años de edad, estudiaba en la high school, era el más adinerado de sus compañeros de clase y muy insoportable, puesto que todo lo que deseaba lo obtenía, no trabajaba, vivía siempre desocupado; hasta que un día decidió no continuar en la escuela, y fue ahí cuando llegaron nuevos amigos a su vida, estos eran amigos de su mismo círculo social, los cuales al no tener obligaciones ni necesidades, hacían a su antojo cualquier clase de travesuras, las cuales a Nahúm se le volvieron costumbre. Un día lo invitaron a una fiesta, donde le dieron a probar algo que le dijeron lo haría sentirse en onda. Nahúm, cansado de que sus padres siempre estuvieran de viaje y de estar bajo el cuidado de su institutriz quien a su vez lo quería como a un hijo; no se sentía conforme y extrañaba en gran manera el calor y amor de sus padres; por lo cual en medio de tanta soledad, decidió tomar uno de los tantos caminos que pierden a cualquier persona, un camino que lo llevo hasta el fondo del abismo y la desesperación. El camino de las drogas y el alcohol; pero siempre que existe el mal, también se involucra el bien para evitar que a pesar de las dificultades nosotros salgamos victoriosos y aprendamos a descubrir el amor de Dios.
Nahum era un hijo de papi y mami, millonario; como lo tenía todo a manos llenas, se le hacía fácil la vida, creía que con dinero se podría manipular al mundo.
El, era un muchacho rebelde, que no conocía la felicidad a pesar de que el a sus amigos les pregonaba ser muy feliz y decía no le faltaba nada, ya que nació en cuna de oro; pero muy en el fondo de su corazón se sentía más vacio de lo que el mismo pensaba.
En su mansión.
Nahum se encontraba en su cuarto, ansioso de salir en busca de drogas y alcohol, de pronto, la institutriz toca a su puerta.
Nahum: siga.
Entra la Institutriz, Señorita Noelia.
Noelia: señorito Nahúm.
Nahum: ¿Qué quiere Noelia?
Noelia: joven, tiene una llamada telefónica.
Nahum: gracias, la tomare ahora mismo.
La institutriz toma entre sus manos un teléfono y se lo hace llegar al joven, quien está en la cama, fingiendo estudiar con aquello libros que tiene regados sobre las almohadas y sabanas.
Nahum: ¿Quién es?
Noelia: un jovencito llamado Félix.
Nahum a Felix: ¿what happen? ¿A una fiesta en la azotea del edificio donde tu vives? ¡Oh yea! por supuesto que vas a tener de aquello, de lo que había en la noche pasada ¿Qué? ¿Cuánto viyuyo es? ¿Tanto? ¡Haber! Yo llevo parte del viyuyo, está bien, OK llevaré todo el dinero, bye, see you later.
Noelia: algo más que desee el joven.
Nahum: te encanta confiscarme la vida.
Noelia: no, solo es que yo tengo que entregar un reporte sobre usted, si, ni modo es exigencia de sus padres.
Nahum: ¡como me aman tanto!
Noelia: desea algo más o me retiro.
Nahum: ¡ay ¡Noelia, mi amorcito hermosa, quiero Money.
Noelia: ¿Cuánto será esta vez?
Nahum: no pensaras que voy a pedirte veinticinco centavos de dólar, para ir a la tienda por un chicle.
Noelia: no joven, no tanto así.
Nahum: quiero quinientos dólares.
Noelia: ¿tanto?
Nahum: sí, ¿no escuchaste?, o te lo tengo que explicar escribiéndotelo en la pizarra hasta con dibujitos.
Noelia: es mucho.
Nahum: ¿y qué?
Noelia: no me grite joven.
Nahum: tú me sacas de mis casillas.
Noelia: tanto necesita.
Nahum: si y si, es mi última palabra, cuando salga de bañarme, me haya vestido, perfumado y esté listo para irme; quiero mi dinero.
Noelia: ¿para qué tanto?
Nahum: de cuando aquí debo rendirte cuentas a ti, si aquí solo eres una sirvienta.
Noelia: ok patroncito.
Nahum: y que sea en efectivo ¿sí? Entendido, así me gusta.
Noelia: si joven, así será.
La cocina de la casa.
Noelia, estaba preparando los alimentos, el joven, bajo y paso por la cocina, se vistió muy elegante a la manera desarrapada que hoy visten los jóvenes, se perfumo muy bien.
Nahum: gracias y perdón, no quise gritarte, mucho menos quise insultarte, discúlpame.
Noelia: cuídese joven, ven que te voy a dar mi bendición.
Nahúm: yo no creo en eso, eso es una estupidez, le piden a un Dios, solo los estúpidos que necesitan, yo no lo necesitó, cuando tengo problemas, el billete me saca de ahí, yo no sé ustedes los pobres, como le hacen para creer en quien no ven.
Noelia: Nahúm, no seas así, Dios está contigo, no lo maltrates, no alejes al único ser que te ama sin condición alguna.
Nahúm: ¡cállate!
Noelia: es la verdad, Dios es amor.
Nahúm: ¿Qué? ¡Dios! Por favor, si a ti te importa Dios a mí no, así como Él se olvido de mí, yo también me olvide de Él, le pedí pruebas de que estaba conmigo y lo que hiso fue nada.
Noelia: niño, no hable así, no blasfeme por favor.
Nahum: ¡cállate! A mí no me hables de quien no se acuerda de mi, mucho menos tengo por qué darle gracias, si me ha dado la vida, no la quiero, porque esto no es vida ¿Dónde están los que me dio por padres? ¿De qué me han servido todos estos lujos? Para nada.
Noelia: usted culpa al ser que más lo ama, solo por los errores de sus padres y por su misma amargura.
Nahum se marcho sin la bendición de Noelia; quien no hizo más que preocuparse por darle lo mejor al joven, trató de ser como la madre que lo trajo al mundo, lo educo; pero de nada le sirvió, el era rebelde y tenía mucho resentimiento contra la vida, contra Dios y sus padres.
Noelia: ¡ay Diosito! Diosito no le hagas caso, es la edad, tu sabes señor, los jóvenes en esta época son hijos de la rebeldía y de todo eso que tiene que ver con las hormonas, creen poder comerse el mundo a mordidas. Virgencita cuídamelo, tú que eres madre, sabes de lo que te hablo.
Cuando Nahum salió de su casa, se subió a su coche, se quedo recostado sobre el asiento, se detuvo a pensar con la mirada triste, tomó su billetera de la bolsa de su pantalón, al abrirla, la primera imagen que se vio, donde guardaba fotos, era la imagen de Jesucristo y viendo aquella imagen tan bella hablaba, casi llorando, con rabia.
Nahum: a veces quisiera creer en ti, como antes lo hacía; pero no puedo, porque tú me diste todo, todo me lo diste, menos la felicidad, sabes; voy a creer en ti otra vez, como cuando era niño, sí, creeré en ti; pero cuando me devuelvas la felicidad, esa es mi condición, devuélveme la felicidad, tu sabes que la felicidad mía es tener una familia normal, te amo Jesús, no me dejes solo.
Nahum no entendía, que él no debía de condicionar a Dios; sino, que es Dios quien nos condiciona, porque El sabe lo que nos conviene y cuando nos da lo que le pedimos.
Hay camino que al hombre le parece recto,
pero su fin es camino de muerte.(Proverbios 14 v12).
Nahum, tendría que aprender eso en la vida, aunque para
Ello tendría que sufrir golpes y fracasos.
En busca de Dios, todos andamos; pero poco seguimos sus caminos, otros vivimos juzgando a Dios, por lo mucho que nos sucede, por no saber sobrellevar las pruebas de la vida, por no entender que en cada prueba esta Dios, con nosotros.
¡Bueno amigos míos! les contare de la fiesta. Estaba muy encendida, cuando llegué a la fiesta, llegaba también Nahum, quien fue recibido por cuatro chicas muy bellas, que vestían verdaderamente sensuales, apetitosas al deseo de la carne ¡Ey! ¡eso lo vi yo! eran cuatro hermosas jovencitas, rubias, blancas y hasta morenitas; pero todas bellísimas, esas cuatro hermosas doncellas, fueron quienes condujeron a Nahum a donde estaba el jefe, que era también recién nuevo amigo de Nahum, y no es que el apreciara a Nahum, el solo quería sacarle provecho a la situación.
Nahum, estaba frente a, Ricardo; quien estaba también de espaladas con sus otros amigos, haciendo entrega de mercancía, rodeados por mujeres hermosas, cuando Nahum saluda a Ricardo se le hiso una sonrisa de hipocresía y giro para saludarlo, dejando a otro de sus amigos para que terminara la entrega que estaba realizando.
Nahum: ¡hola a todos!
Ricardo: ¡Que ondas bato!
Félix: ¡Ey! que hongos bato, ¡Ey! ¿Maje te dejo salir tu criadita con virus de mamita?
Francisco: esa criada parece más tu mamá.
Nahum: pero no lo es, y respétenla hombre, ya, díganme, y tienen mi encargo.
Ricardo: ¿tú qué crees?
Nahum: claro que sí.
Francisco: clarinetes, por supuesto que sí ¿Cuándo te hemos fallado man?
Ricardo: ¡haber! plata en mano.
Nahum: sí, dando y dando campanita sonando ¡papá!
Ricardo, con un silbido hace que le traigan las dos bolsitas de encargo que pertenecen a Nahum; pero junto al encargo, al joven le llega el amor, en la mujer que antes de amarlo lo destruiría.
Ilena: aquí esta.
Ricardo: entrégaselo.
Ilena: encantada, toma.
Ricardo: ¡Ey bato! despierta, si ya sabemos que Ilena es bella, a cualquiera deja con la boca abierta, es la impresión que causa mi hermanita.
Nahum: ¿es tú?...
Ilena: hermana.
Nahum: preséntala ¡no!
Ricardo: ¿presentarlo?
Ilena: yo me presento sola, no necesitó representante, gracias por el gestecito, encantada de conocerte muñeco, eres un muchacho bello, yo soy Ilena, Ilena Acosta.
Nahum: es un enorme placer conocer a una mujer con tal belleza como la suya.
Ilena: ¿y tú quien eres? ¡Por qué! ¿Si tienes un nombre verdad?
Nahum: Nahum, Nahum Abraham Monterrosa.
Ricardo: tengo asuntos que hacer, así que yo los dejo, te lo encargo ¡hermanita querida!
Ilena: descuida que yo lo cuidare mejor que a cualquiera de mis joyas.
Nahúm: no, descuida tú, yo cuido a tu hermana, ella estará muy bien.
Ilena: si ¡hermano! estaré muy bien.
Ricardo: ¡eso espero bato! si mi hermana sufre algún solo rasguño te rompo el cuello ¿es así de fácil? ¡jajaja!
Ilena: ya basta de recomendacioncitas, yo se cuidarme muy bien, así que vete a tus entregas ¡hermano!
Nahum: sí, ve, no tengas dudas, que yo la cuidare hasta con mi vida.
Ricardo: ¡perfecto! con permiso.
Nahum: bueno ¿gustas algo Babe?
Ilena: qué tal si tu y yo olemos de ese polvito blanco, o fumamos mota, cualquier cosa de esas que compraste caería muy bien.
Nahúm: encantado de complacerte en lo que me pidas tesoro.
Ilena: ¿sabes que? conozco un lugar más hermoso que esta fiesta estúpida, es un lugar donde nadie nos va a interrumpir.
Nahúm: tu deseas eso, yo te lo cumpliré, así que tus ordenes para mí son sabrosas como este polvito, vámonos.
Ilena: ¡huy que caballeroso! hasta del brazo me llevas.
Nahúm: un caballero lleva a una dama del brazo.
Poco después; salieron del edificio y se fueron aun cálido lugar, increíblemente se fueron a las orillas de un monte, se sentaron sobre las rocas y comenzaron a drogarse bajo el reflejo de la luna y las estrellas.
Ilena: la vida ¿Cuántas vueltas da la vida?
Nahúm: ¡si verdad!
Ilena: cuando yo era niña, soñaba con tocar una estrella, pensaba en que Dios era tan inmenso como el universo y que El con su poderosa mano me levantaba y así podía tocar las estrellas. Creo que he sido una tonta; porque yo solita he cambiado mi destino en gran manera.
Nahum: que curioso, mi institutriz me llevaba de niño al grupo de la infancia misionera y cantábamos muchos coritos, me acuerdo de varios.
Ilena: claro, yo también iba a la iglesia y cantaba cuando era una niñita.
Ilena: que te parece si cantamos algunos coritos.
Nahum: ¿cantar?
Ilena: ¡ándale! no tengas pena, no hay nadie, además es para Dios.
Nahum: no quiero.
Ilena: ¡vamos! Acompáñame.
Nahum: perfecto, no tengo la mejor voz; pero hay voy.
Ilena: yo tampoco, así que no pienses que oirás la voz de Thalía o Paulina Rubio, listo.
Interesante era verlos cantando, mientras se reían; claro por el efecto de las drogas, era una vieja canción que cantaban cuando niños, la cual se titulaba “el diablo está enojado”
Ilena y Nahum “cantando“:
El diablo está enojado hay una razón.
El diablo está enojado hay una razón.
El diablo está enojado hay una razón.
Cristo vive en mi corazón
Y mis pecados son perdonados.
El diablo está enojado hay una razón.
El diablo está enojado hay una razón.
El diablo está enojado hay una razón.
Nahum: ¡guau! ¡Cantas hermoso!
Ilena: no como tú.
Nahum: tu cuentas de lo que soñabas cuando eras pequeña, y yo cuando era niño, fui tan feliz; pero no sabía que tanta felicidad me la daban las cantidades de juguetes. Cuando fui teniendo uso de razón, me di cuenta que tanto a manos llenas me volvió egoísta y me sentí solo, nadie jugaba conmigo, nadie, ni siquiera ellos.
Ilena: ¿Quiénes son esos ellos?
Nahum: los que me engendraron.
Ilena: Nahúm, dale gracias a Dios que tienes padres, porque yo no tuve padres, mi papá y mi mamá se me murieron en un desdichado accidente de tránsito, yo me quede al cuidado de una tía, que siempre fue como una malvada, me pegaba muy fuerte, me obligaba a trabajar desde muy chica. Un día huí hacia la capital de mi país y ahí trabaje como una burra; para juntar billete y venirme a este pais, me vine con mi hermano, aquí llevamos ya cerca de doce años, somos ilegales, yo soy una empleada de MC Donald, en mis ratos libre trabajo como mesera en el bar de mi hermano, sabes, siempre quise estudiar, terminar una carrera de modelaje; pero no pude, no tuve ese privilegio, no alcance mi sueño, se rompió a medias, los pobres podemos salir adelante; pero cuesta y no todos lo logran, yo me encuentro entre los que no lo logramos, no es porque no lo intentemos, si no porque es muy difícil.
Nahum: extrañamente tu y yo somos de dos mundos completamente distintos y a la vez parecidos, lo curioso es que ninguno de los dos es feliz.
Ilena: ¡tal vez! es que somos un par de tontos mal agradecidos con Dios.
Nahum: ¿Por qué?
Ilena: una vez vi en un noticiero, la historia de un hombre sin pies, era feliz, no te digo que era feliz porque no tenía pies, ¡no! era feliz porque tenía salud y vida, tocaba la guitarra de una manera muy preciosa, a lo que quiero llegar con decirte esta historia es que, porque ellos que tienen incapacidades, ellos que tienen tal vez sobradas razones para renegarle a Dios, no lo hacen y nosotros que no tenemos razones, vivimos renegando de todo lo que nos sale mal, ellos son felices a pesar de sus incapacidades, y nosotros no lo somos, a pesar de que tenemos un cuerpo completo, con cinco sentidos ¿porque teniéndolo todo? somos tan egoístas, que si esto o aquello nos falla o nos sale mal, estamos culpando a Dios, nos caemos y buscamos un culpable y estúpidamente culpamos al más inocente, en cambio ellos no, ellos pueden fracasar; pero sabes que, se levantan, no juzgan ni culpan a Dios por lo que les sale mal, simplemente intentan solucionar las cosas con la fe que le tienen a Dios, le dicen que si no es esta vez será la otra, le dan gracias por lo que pueden hacer a pesar de sus incapacidades y nosotros que estamos completos no somos capaces de agradecer eso, somos unos…, deberíamos de agradar a Dios; pero somos nuestros mismos obstáculos y perdemos el amor a Dios, por no ser capaces de reconocer que los culpables de lo que nos sale mal somos nosotros mismos, por la poca fe que tenemos hoy en día y es por eso que hoy en nuestro tiempo hay mucho mal; porque todos somos egoístas y solo pensamos en nosotros, en lo material, envidiamos, odiamos y hasta matamos. Entre mas tenemos menos le agradecemos a Dios; pero al mínimo error que nos sucede lo culpamos a Él.
Nahum: creo que tienes razón, por ejemplo, mira las estrellas que bellas se ven; pero te has preguntado ¿Cuántos nos detenemos a ver la belleza de este hermoso regalo de Dios? Pocos, si pocos son los que agradecen a Dios, lo más sencillo, que contiene también lo más bello, somos tan tontos que no nos detenemos a ver lo grandioso en lo más sencillo, en esto que no tiene precio, al contrario, vivimos mas complicándonos la vida.
Ilena: yo, ay, debo estar loca.
Nahum: entonces porque vemos lo bello del cielo, si es por eso que dices parecer una loca, yo te digo que parecemos dos locos felices.
Ilena: no, no es por eso.
Nahum: ¿entonces?
Ilena: es que nunca un hombre me había hablado tan lindo, nunca había estado con un hombre viendo las estrellas y la luna, pues siempre preocupada por el dinero, por el mañana, me siento emocionada, nunca un hombre me ha hecho darle gracias a Dios por la vida, por cada cosa que ha dado.
Nahum: bueno, que te digo, en mi todo pasa igual, nunca una mujer, que digo mujer, nunca un ángel vestido de mujer- se había cruzado por mi camino, esto me hace sentir bien, no sé si es hasta las pastillas que estamos consumiendo, las que nos hacen hablar como un par de bohemios.
Ilena: estamos locos.
Nahúm: me gustan tus ojos, tu boca, tu pelo, tu piel y tu delicadeza.
Ilena: mejor di que te gusto toda yo.
Nahúm: pues si me gustas.
Y el amor, es la mejor receta para hacer milagros, así fue como, Nahum e Ilena, se dieron el primer beso de amor, un beso que cambiaría el curso de los planes de Ricardo.
Ilena: ¿nunca habías besado a una mujer?
Nahúm: no, nunca.
Ilena: entonces eres.
Nahúm: si, soy virgen.
Ilena: un hombre virgen.
Nahúm: quieres pasar la noche conmigo, si vamos a mi casa, es enorme y te encantara.
Ilena: ¿quieres perder la virginidad conmigo?
Nahúm: no, no es para eso, es solo cortesía y placer de tenerte en mi casa.
Ilena: ¡bueno! vamos.
Nahúm e Ilena, comenzaban una amistad que podría volverse un turbio amor.
En la mansión Monterrosa.
Llegaron los jóvenes, quienes estaban en un estado de exageración, por la droga, venían felices con unas carcajadas que lo decía todo, en la sala estaba la institutriz Noelia, estaba leyendo la biblia, los jóvenes pasaron frente a ella y no la saludaron, siguieron corriendo para la habitación.
La habitación.
Nahúm: y esta es mi habitación, mi lujosa alcoba.
Ilena: ya pareces un rey, con todo esto.
Nahúm: ¡hay no! ni tanto.
Ilena: es enorme y preciosa tu habitación.
Nahúm: como yo de precioso.
Ilena: ¡casi, casi! pero tú eres más precioso que tu alcoba.
Nahúm: gracias y pasa, pasa, no muerdo, solo amo.
Ilena: gracias por la invitación a pasar.
Nahúm: te quedas aquí y yo duermo en otra habitación.
Ilena: no, no, no es necesario, mira, la cama es grande y cómoda, cabemos bien los dos, no me veas así, es que me da miedo dormir sola aquí, en una casa tan extraña.
Nahúm: bueno, que sea porque no te quedes solita, yo seré tu guardián.
Se instalaron en el cuarto, poco después apagaron las luces y se acostaron a dormir,
A la mañana siguiente, después de darse un baño, los jóvenes bajaron al comedor y se sentaron a la mesa para tomar el desayuno.
En el comedor.
Noelia: provecho.
Nahúm: Noelia, siéntate con nosotros.
Noelia: no joven, ya desayuné, hace muchas horas, es que, ya son casi las once y media de la mañana.
Nahúm: gracias, entonces puedes retirarte.
Noelita: tú tienes planes para hoy día o vamos juntos a la iglesia, también puede ir ella.
Nahúm: ¡yo a la iglesia en domingo!
Noelia: si.
Nahúm: no, el domingo es el día de los paseos y reventones, no me perdería por nada el party que hay donde Ricardo, hoy en la tarde.
Noelia: ¡bueno está bien! voy a la misa de la tarde.
Nahúm: esta noche tendremos un party aquí en casa, así que yo invite a mis amigos, claro tus no estás obligada a participar de la fiesta a menos que te gusten las tachas.
Noelia: ¿Qué? ¿Una fiesta en casa?
Nahúm: una de muchas que vienen, descuida que no cocinaras.
Noelia: no se desvele tanto, mire que ya llevaba una semana
faltando a clases.
Nahúm: y faltaré las semanas que me dé la gana faltar.
Noelia: todos sus amigos son drogadictos, así que cuídese mucho de caer en una adicción tan profunda, no quiero que cuando vengan sus papás, me lo cobren como nuevo.
Nahúm: ya lárgate.
Noelia: y ella ¿quién es?
Ilena: la novia.
Noelia: novia, novios, no sabe usted que este es un zángano, flojo, que ya ni quiere terminar sus estudios, por lo menos el high school.
Ilena: no ve cuanto lujo, cuánto dinero hay aquí, para que estudiar, no tiene necesidad de quemarse el cerebro con tanta letra, cuando lo tiene todo a manos llenas, para que estudiar, si puede vivir como rey.
Nahúm: porque no vas y vez si ya salió el sol.
Noelia: ¡con permiso!
Nahúm: ya se fue.
Ilena: ¿Qué haremos hoy día?
Nahúm: decirle a tu hermano, que estás conmigo y luego qué tal si hacemos algo bonito, como un tour por la ciudad de Washington DC, que se yo a visitar museos, el zoológico, ir a la aguja y a todos esos lugares magníficos.
Ilena: eso me suena súper interesante, que tal si vamos en metro.
Nahúm: ¿en metro?
Ilena: ¿nunca has viajado en metro?
Nahúm: no, yo tengo mi propio carro; pero estaría fantásticos si viajamos en metro.
Ilena: pues a disfrutar de paseos en el metro.
Nahúm: pero antes, nos damos un pasecito de mota.
Ilena: ¿compraras más?
Nahúm: si.
Ilena: ¿y el dinero?
Nahúm: conosco la clave de la caja de seguridad pequeña, donde Noelia guarda el dinero del mes.
Ilena: ¿vas a robarle?
Nahúm: ¡ay no! solo es un préstamo, en todo caso es dinero de mis padrecitos.
Mientras que en la casa de Ricardo, él y sus amigos planeaban sacar mucho dinero de Nahúm, haciendo uso de la belleza y los encantos de Ilena.
En la sala de la pequeña casa.
Ricardo y sus amigos beben cervezas y comenzó algo, mientras se burlan de Nahúm, quien está siendo engañado por Ilena.
Ricardo: Nahum, Nahum, es solo una joya a la que hay que hundir en el vicio, hay que convertirlo en el mas adicto de los clientes que tenemos, si logramos que Ilena lo haga muy, pero muy adicto, podremos exprimirlo y cuando no tenga de donde sacar plata, le quitamos esas joyitas y su carrito.
Francisco: ¿tú crees que tu mujer lo seduzca?
Ricardo: dudas de las capacidades de mi mujercita.
Francisco: no, no, solo era una suposición.
Ricardo: Ilena es hermosa, para algo la instruí y hoy ella es la mejor mujer para seducir a los hombres y más para seducir a un pobre estúpido joven, si ella me falla, le daré una terrible paliza, que en su vida la olvidara, si, le daré una paliza que la deje dentro de un hueco ósea cincuenta metros bajo tierra.
Francisco: y si ella se enamora de él y Nahum de ella.
Ricardo: ¿Qué con eso?
Francisco: les dejarás el camino libre.
Ricardo: ¿Estas chiflado? ¿Tan temprano empezaste a consumir?
Félix: no supongas tonterías y ¿que ondas? ¿Ya te llamo Nahum? para decirte que tu hermana está con él.
Ricardo: si, me llamo Nahum y me dijo que la llevaría de paseo y también de compras, ¡pobre iluso! está loco por mi mujer, ¡pobre tonto! no sabe que ella lo que va hacer es, robarle dinero y joyas, una vez que logre hacerlo gastar hasta el último centavo que pueda obtener, lo volverá más adicto que cualquiera de nosotros, pobre niño rico ¡jajaja!
Nahum e Ilena, se fueron de paseo, visitaron muchos hermosos lugares de Washington DC, fueron al monumento de la aguja, caminaron por todos esos alrededores, tomando fotografía tras fotografía, visitando museos, zoológicos y tiendas. Y cada vez más el juego de Ilena se volvía un peligro para el corazón y la vida ya que con Nahum, ella se sentía mejor y se iba enamorando mas y mas de él, no sabía ver las consecuencias del amor y el juego en el que su pareja Ricardo la había envuelto.
Entre más tiempo transcurría mas adicto a las drogas se volvía Nahum, gracias a la colaboración de Ilena, quien mientras lo drogaba y emborrachaba, también le escondía la droga para que este rápido acudiera a comprar y mas, llego un momento en el que ambos no permanecían lucidos si no drogados.
Nahum y sus amigos de la alta sociedad, se reunían en su casa, para hacer largas fiestas, donde lo que más sobraba era la droga y el alcohol, todo esto mezclado con música y sexo, Nahum vivía una completa vida de perdición.
Por descuido propio y por descuido de sus padres, ahora Nahum, se hundía en los vicios, sin los cuales no podía vivir, los necesita, como el aire para respirar y todos los días y noches se la vivía de fiesta en fiesta realizadas en su casa, donde había montado un equipo de dj, entre la música y los vicios, destruía su vida.
En la cocina.
La institutriz Noelia, estaba limpiando, el joven Nahum, se acerco a ella, en un estado deplorable.
Nahum: Noelia, tienes dinero.
Noelia: ¿de dónde voy a tener dinero si usted me robo lo poco que había? Sepa Dios en que se lo gasto y sus papás que no se comunican para pedirles más dinero.
Nahum: quiero dinero.
De pronto Ilena, iba para la cocina en busca de Nahum, cuando escucho a la institutriz llorando y hablando con Nahum, quien también lloraba debido a lo que dijo la institutriz.
Noelia: usted, debe comportarse como un hijo ejemplar.
Nahum: ¿Por qué lloras? ¿Porque soy un desastre de persona? como diablos quieres que sea un hijo ejemplar, si los que me engendraron, no están conmigo, Dios me quito la felicidad, me dio puro lujo sin alegría, no sabes cómo he llorado noche y día la ausencia de ellos, de quienes solo se preocupan por el maldito dinero, yo soy su hijo, a mi me importan ellos, no sus lujos, si en verdad Él me amara me devolviera la familia que un día me dio, Dios no es Amor, Él es, Él es, Él no sé que es.
Noelia: ¡cállate! No digas cosas de las te puedes arrepentir.
Nahúm: de pequeño yo, lo quería mucho, si me acuso de ser un ateo, me acuso de ser un drogadicto, de ser todo lo malo; pero la culpa es de ellos, de ellos que solo me engendraron y me dejaron, por irse tras de sus desgraciados negocios ¿porque yo no puedo tener una familia normal? y ahora, ahora soy feliz, que me importa si para serlo, me anestesio el alma con la droga, ahora soy feliz con ella, Ilena es la persona más buena, es pura, es sincera, me quiere de verdad, Ilena no llego por Dios, no, Él desde hace mucho se fue de mi vida.
Noelia: no, Él no se fue de tu vida, tú te fuiste de la de Él; pero aun así, Él no se ha ido, Él esta esperándote, sabe que volverás.
Nahum: pues que se siente a esperar; porque yo no volveré, y si vuelvo será una vez que me demuestre que está conmigo.
Noelia: tu lo culpas de que tu familia, que son tus papás estén trabajando para forjarte el mejor futuro, yo se que tus padres han sido muy egoístas al solo venir a verte en navidad, yo solo quiero que sepas algo, y eso es que Dios nunca, nunca te ha abandonado, Dios siempre está contigo, no seas tú uno más de los que clava un clavo al señor, porque cada dolor que le producimos al señor es como volver a clavarlo en aquella cruz, sabes hay un poema muy lindo, que se llama En este Instante, yo me lo sé, es un poema de: Annie Johnson Flint, y te voy a decir el poema aunque no lo quieras oír.
Nahum: por mi haz lo que desee.
Noelia: En este instante
Aunque no lo vea ni lo oiga,
Dios me ayuda en este instante,
con un extraño que me tienda la mano,
o por medio de un amigo distante;
ya por medio de la palabra escrita,
ya gracias a un mudo mensaje.
Sé que cuento con Dios,
Él y yo somos inseparables.
En lo que más me haga falta
Dios me guarda en todo trance.
Quizás un ángel me envíe
o muchos que me acompañen,
o las cadenas que me preocupan,
o estos muros aprisionantes;
aunque yo no lo sepa, me guarda
de pecado o de cuanto me dañe.
A la hora del crepúsculo,
antes de que el sol se apague
y veamos morir el último rayo,
no dudamos que volverá rutilante
anunciando mañana el nuevo día.
Recibamos, pues, el porvenir insondable,
con fe en que nos guardará Aquel
que reina sobre sol y tiempo incesante.
Annie Johnson Flint
Nahum: muy lindo, todos los escritores escriben muy divino, a mi me importa un bledo eso, yo solo quiero dinero.
Noelia: mi niño, mi ahora jovencito bello, cuando todos te abandonan, Dios es el único que se queda contigo, pueden irse tus padres, tus amigos, tu novia e inclusive yo; pero Dios no te abandona, entiéndelo.
Nahum: no puedo, tengo muchos remordimientos, mucho rencor, estoy muy solo, estoy acabado, Dios ya no quiere saber de mi, ni yo de Él.
Noelia: Ten presente que Dios está contigo ahora mismo, en este minuto, ayudándote a enfrentar la necesidad actual. Saca de tu mente los remordimientos del ayer y los temores del mañana. Dios está contigo ahora mismo, y sólo tienes que enfrentar el momento presente. ¡Y Dios está contigo al enfrentarlo!
Dios, siempre está dispuesto a ayudarnos, pero a veces no permitimos que Dios nos ayude, hasta que hemos agotado todos nuestros recursos. Aquellos que no saben nadar generalmente se agotan y se frustran en una lucha sin sentido. Si se calmaran y flotaran, descubrirían que el agua los sostiene y que con esfuerzo inteligente pueden llegar a la orilla. A veces luchamos hasta que estamos cerca de agotarnos antes de estar dispuestos a calmarnos y dejar que Dios nos sostenga. Entonces hacemos el gran descubrimiento de que Dios, sí nos apoya y sostiene, y que con un poquito de esfuerzo inteligente, llegamos a la orilla.
Nahum: ¡pues! tal vez algún día descubra todo eso de Dios, porque ahora todo lo que yo he visto y he vivido es de color negro y con sabor a hiel.
Entonces al ver llorando a Nahum y Noelia, y después de haber escuchado el amor que Nahum, siente por ella, Ilena subió corriendo al cuarto.
La joven Ilena, tendida en el piso lloraba desconsoladamente, dándose cuenta del daño que le había provocado a Nahum.
Ilena: ¿qué hice? ¿Por qué caí aquí? Es tan bueno y yo soy como una víbora, le estoy destruyendo la vida, debo irme de aquí, debo dejarlo, no puedo seguir, no, Dios mío, Dios, perdóname, perdóname, soy una pecadora, soy una mala mujer. (llorando).
En la cocina.
Pueden más los resentimientos de Nahum o será que el destino se encargara de hacerle ver que Dios si existe.
Nahum: a mí no me importa nada que tenga que ver con Dios, o tal vez si, no tal vez no, la verdad es que si me importa Dios, solo que hoy estoy enojado con Él, y lo que ahora quiero es dinero, solo dinero.
Noelia: para drogas, no mi cielo, usted quiere dinero para drogarse mas y mas, no ve como en cuestión de meses esa novia suya lo volvió más adicto que nunca, mírate al espejo, no es nada de lo que fue ayer, véase esa horrible barba, por favor, se está dejando morir solo.
Nahum: yo sé que soy un vejestorio, una porquería; pero así es como olvido que soy huérfano, teniendo dos padres vivos.
Noelia: pídale a su novia, tal vez ella le dé un poco de dinero.
Tiempo Después.
Ante las revelaciones que Ilena escucho, descubrió como ella amaba a Nahúm y como el también la ama a ella; pero el mejor de los momentos ocurrió cuando escucho aquel poema que la hiso abandonar a Nahúm y es que tenia temor a Dios, por el daño que causaba.
Nahúm estaba desesperado; por conseguir dinero, tanto había insistido y como también tanto había desistido Noelia de darle dinero.
En la cocina.
Noelia, estaba sentada en el comedor, tomaba el almuerzo, Nahum, llego en busca de dinero y es que estaba muy ansioso por volver a consumir.
Noelia: ¿Qué sucede?
Nahum: quiero dinero.
Noelia: dinero, dinero ¿de dónde?
Nahum: me das dinero o te mato.
Noelia: calma, cálmate, no te alteres. “Nahum toma un cuchillo que esta sobre la mesa”.
Nahum: vas a darme dinero, vas a darme dinero, quiero dinero, ayúdame a calmar esta ansiedad, por favor, ayúdame, si no me ayudas me voy a morir, dame dinero o te mato.
Noelia: cálmate, hijo, cálmate, calma.
En un momento repentino a Nahum, le dio una convulsión por falta de drogas, una convulsión que podría llevarlo a la muerte.
Después de unos minutos, la crisis paso y Nahum, no aceptaba estar sin drogas.
Noelia: tranquilo, calma, levántate despacio, espera yo te voy a ayudar.
Nahum: no me toques, déjame morirme, no quieres darme dinero para matar esta ansiedad, que no vez que si no me das plata, me voy a morir de deseo, te odio criada mala.
Noelia: mi niño, es que no quiero que te mueras, acepta ir a un centro, donde te ayudaran a que te salgas de eso.
Nahum: yo no estoy enfermo, yo puedo controlarme, yo puedo dejar la droga, cuando se me antoje la gana y púdrete.
Noelia: vea si ahora está con usted su noviecita.
Nahúm: esa es una perra, una zorra, se fue hace varios días y no ha venido, Dios todo me lo quita, cuando empiezo a ser feliz, con algo me lo arranca, ah y así me dices que Dios es Amor, Ilena es una perra malagradecida, le llamo al celular que le regale y la muy atrevida no me contesta, ignora todas mis llamadas, todos los que quiero me dejan, mis amigos no me dan más marihuana, tachas, coca, no me dan nada ni un solo jaloncito de mota, quieren dinero, todos te quieren cuando tienes algo, nadie me quiere por lo que puedo ser yo, a esa gata infeliz le di mi amor, le di mi corazón y se lo robo, le daba todo, ella me enseñó a consumir al doble de lo que yo consumía y ahora se va, me deja, ahora me piden dinero por la marihuana, yo quiero fumar, quiero tomar y no haya nada, apiádate de mí y dame algo de dinero.
Noelia: no, no puedo.
Nahum: Dios, al menos dame algo para sentirme bien, dame algo, dame dinero, dame lo que sea, dame algo para calmar este deseo de consumir.
Nahum, se fue al botiquín de la biblioteca, comenzó a destapar los frascos de medicina, guardo todas las pastillas en una bolsita plástica que se llevo con él a la habitación, incluyéndose los botecitos de alcohol y agua florida.
Cuando se instalo en su habitación, comenzó a beberse todo cuanto agarraba a su paso, con una ansiedad terrible, ahora era un adicto sin control, estaba tocando fondo, sin importarle el daño que se causase así mismo y entre mas adicciones adquiría, así también era como su vida se destruía sin precedentes.
Mientras que Ilena, tenía que rendir cuentas sobre el robo, por lo que huyendo de su marido Ricardo, se oculto en la casa de su única mejor amiga, aun así no logro salvarse del peligro, ya que Ricardo, era como un perro que con su manada olfateaba a su esposa a donde esta estuviera y fue por ella.
Edificio 3150
16th. Stret
3º Piso. Habitación # 33
Ilena y su amiga Alba, platicaban sobre ese velo de sufrimiento que el amor causaba en Ilena, era un velo de tristeza que cubría el alma y estaba bendecido con la próxima venida de un desdiente del amor.
En la sala.
Ilena y Alba tomaba el té y conversaban.
Ilena: a veces quisiera no haber nacido nunca.
Alba: Ilena, te enamoraste de tu víctima y es eso lo que ahora te destruye, haberle hecho mal.
Ilena: Nahúm es un hombre distinto, no es como esos perros con los que vivo, la vida me demostró muy tarde que existían los hombres, no sé porque me toco darme cuenta demasiado tarde de que Dios tenia deparado un hombre para mi, Dios me regalo el amor y yo se lo destruí, destruí mi felicidad, yo no sé porque no me di cuenta.
Alba: amiga, si Nahúm es para ti, y es porque Dios te lo puso en tu destino, puedo afirmarte que tú no serás la que cambie los planes de Dios, si es así Nahúm y tú estarán juntos.
Ilena: Nahúm es un hombre distinto, uno al que le hice daño, le hice miserable la vida, el era tan especial, era tan lindo, tan romántico, tan único, tan como yo, solo deseaba ser feliz, tener una familia, no sabes cómo me mato cuando dijo que yo era un motivo de felicidad para él, no lo sabes.
Alba: amiga, no llores, ya sabes que yo soy una chillona y ya me hiciste chillar.
Ilena: el era tan especial, tan, tan lindo, tan decente, tan de sociedad; pero tan educado, era un hombre de verdad, hicimos el amor, me trato con cariño, con dulzura, con respeto, y yo que le mentí al decirle que era virgen, el se enamoro de mí y yo de él, amiga yo lo hice hombre, fue hombre en mis brazos, el era virgen y perdió la virginidad conmigo, fui la primer mujer en su vida, la primera que se comporto como una verdadera perra, estas nauseas me están matando. “siente nauseas”
Alba: otra vez esas nauseas.
Ilena: ay amiga, te he mentido.
Alba: ¿Cómo? ¿Con que me has mentido?
Ilena: estoy embarazada, estoy embarazada de Nahúm, si Ricardo se entera me mata y lo mata.
Alba: ¡ay! pero si ese infeliz no tiene porque, si fue él quien te obligo hasta acostarte con Nahum, además al lado de Nahum, Ricardo es solo estúpido desgraciado, que te ha hecho trizas la vida, no puede decirte nada; porque este fue su propio plan, si tu estas así ahora, es solo culpa suya, mira que bandido, hacerte que fingieras frente a todos que eran hermanos, cuando tu y el eran pareja, y todo para que te ganaras la voluntad y el corazón de Nahum, y nada salió mal, el planifico que tú te hicieras novia de Nahum y si era necesario que te acostaras con él, que lo hicieras adicto, para que le comprara droga y aparte de volverlo adicto le ibas a dar el toque de gracia, robándole en su casa y huyendo sin darle explicaciones a Nahum, no te sientas mal por algo que hiciste obligada.
Ilena: me duele haber hecho todo como lo planeo Ricardo, volví a Nahum, el mas adicto de los clientes que el imbécil de Ricardo, puede tener, no conforme con volverlo adicto, lo enloquecí de amor y le di el toque de gracia robándole en su casa, donde con cariño me abrió las puertas y le termine robando el corazón y las ganas de vivir.
Alba: Ilena, amiga, ya no pienses en lo que fue, ahora debes pensar en tu hijo.
Ilena: amiga, sabes, me quiero ir de Washington, tal vez para New York.
Alba: pero amiga, tu sola haya, no amiga, tú no tienes a nadie haya y aquí aunque no tengas familia, me tienes a mí que te adoro como una hermana, que tal si aceptas ir a un centro de rehabilitación, por ejemplo aquí en Washington, está el centro Latin American You Center, ahí tendrás casa, comida, vestuario y hasta educación.
Ilena: irme a un centro, será, no amiga, en todo caso, buscaría ayuda en casa de Dios.
Alba: amiga, donde tú quieras, si quieres puedo hablar con el padre Charlie.
Ilena: no lo sé amiga, la verdad, es que la droga aunque yo lo intente, no la podre dejar, llevo años viviendo con ese vicio. “tocan la puerta”.
Alba: ¿Quién tocara la puerta? No esperamos a nadie.
Ilena: ¿Quién será?
Alba: ¿no sé quién es? ¿Quién toca? Diga su nombre y ¿qué quiere?
En el pasillo, estaba Ricardo, junto a sus amigos, el joven Ricardo, cambio la voz y se hiso pasar por quien no era.
Alba: oiga, dije quien toca la puerta.
Y una voz ronca, producida por Ricardo dijo: disculpe, somos de la Clínica del Pueblo.
Alba: ¿Qué quiere? No abriré hasta que me diga ¿Qué quiere?
Ricardo: queremos llenar un censo, es para ayudarle con su seguro medico, pues estamos ofreciendo un nuevo programa que cubre a usted y a su esposo, si lo tiene, dígame, será que podría abrirnos la puerta y recibirnos.
Ilena: ábrele, es por tu bien.
Alba: ok, deme un minuto. “se abre la puerta”.
Ricardo, entro con una pequeña pistola en sus manos, poniendo a temblar a las dos mujeres, y tomando de las quijadas a la joven Alba, la puso contra la pared.
Ricardo: perras, con que no querían recibirme, por favor Albita, tu eres mi cuñadita, que mala eres, por ser mala; muy mala niña, debería romperte el cráneo con una bala, como crees que se sentirá eso, como mi amor, hay mi amor, porque huyes de papi, Ilena, mi amor, ven para acá, zorra, eres una esposa mala, no se debe engañar al marido con otro hombre.
Ilena: déjala, suéltala cerdo infeliz, ya me tienes hasta al cansancio de tus atropellos, me das asco, degenerado rastrero, ya déjame hacer mi vida sola.
Ricardo: a ver, muñeca, perrita de mis antojos, perrita ven con tu amo y señor, ¡huy! No me había dado cuenta que aquí está mi mujercita y solo por ser una mala niña conmigo, solo por eso, te golpeare, pero para la proxima, te traspasare el cráneo de un disparo y mira que si duelen los disparos.
Ricardo, abofeteo a la joven Alba, arrojándola contra el piso y se acercó a s u mujer, a quien tomo de las muñecas, la levanto con violencia, tratándola de besar, esta se esquivaba de sus besos.
Ilena: suéltame, no me toques, ya deja de hacerme mal, yo quiero otra vida, por el Amor de Dios deja de fastidiarme, búscate a otra que te soporte.
Ricardo: ¿y mi encargo?
Ilena: yo lo tengo, ven conmigo.
Ricardo, acompañó a Ilena, a un cuarto pequeño, Ilena de un maletín extrajo una pequeña cajita envuelta en una toalla, la cual contenía una enorme cantidad de valiosas joyas junto con unos cuantos rollos de billetes, que le robo a la institutriz, todo lo que se robo se lo entrego a Ricardo.
Ilena: aquí esta y vete, vete de mi vida, vete que no quiero saber más de ti, nunca, nunca más, jamás debí amarte un día, ahora no quiero saber ni de ti ni de las drogas, prefiero morirme antes que volver a drogarme.
Ricardo: pero ¿Por qué lloras mi amor?
Ilena: ¿Por qué? ¿Por qué? Porque es todo lo que se te ocurre pregunta, esto doto lo que dices, no te has dado cuenta hasta que punto mi vida se alejo del bien, ahora soy un alma sin vida, soy una mujer destruida, soy una basura, una pobre drogadicta, que intenta recuperarse, que intenta buscar el perdón de Dios y tu solo preguntas ¿Por qué lloro?
Ricardo: si, pregunto eso porque sabio no soy.
Ilena: estoy desgraciada, porque estas babosadas me alejaron del bien, me hicieron ladrona, perdí el camino que un día Dios me enseño.
Ricardo: mi amor, no me salgas que te enamoraste del riquillo, ¡a! por eso ahora te has vuelto casi una santa, crees que apunta de arrepentimientos baratos, conquistaras su corazón, que pena me da tu amor, pobre, sueña; solo que esta como Romeo y Julieta tú y tu Romeito, de quinta se morirán ¡jajaja!
Ilena: lo que yo sienta en mi corazón no es asunto tuyo, lo que quiero ahora es huir de todos, irme a otro estado del mundo, donde no sepa de ti ni de la parranda de drogadictos, con los que te juntas para consumir y vender, quiero irme al fin del mundo, a donde pueda curarme de este infernal vicio.
Ricardo: ¡uy mi amor! para eso debe ocurrir un milagro, para que tú te cures de tu adicción, solo puede ocurrir un milagro y si es así eso, quiere decir que le tienes tanta fe a los milagros.
Ilena: no sabes, no lo sabes; peor, le tengo muchísima fe a los milagros y sé que Dios me dio una razón grandísima para confiar en Él, una razón que no te la diré, porque no quiero que la toques y la destruyas, mi fe es tan grande como se que te veré en la cárcel.
Ricardo: no juegues con fuego mi amor, te puedes quemar, sabes, te creía inteligente; pero hoy comprendo que todas las mujeres son unas tontas, tu no vas a gozar esta billetiza, no vas a gozar de estas joyas, que lastima tú hiciste el trabajo y no lo gozaras, ni modo, Nadie sabe para quien trabaja, besito mami ¡jajaja! Mami no se enoje con papi.
Ilena: una tonta, si una tonta, una tonta, enamoré a un inocente, caí en mi mismo juego, si, jugué con fuego y me queme, no sabes cuánto me duele la quemada que me di, lo drogue para ir y robarme cuanto pude; pero a lo que más daño le hice fue a su corazón, aunque otros daños fueron ilusionarlo y convertirlo en un adicto… Dios, Dios no va a perdonarme tal daño.
Ricardo: ¡huy! que conmovedora escena de amor, eres tan; pero tan patética Ilenita, yo soy tu marido y de mi no te zafas así por así y te advierto, que si te encantaste con el inútil riquillo, te me vas bajando de ese sueno, de cenicienta, de a dólar, porque tu, como cenicienta barata, luces muy mal, y eso de que te vas del estado, será solo si yo lo permito, así que, amor, inténtalo y te vas arrepentir, porque te mato, ¡mira! pa que veas que soy buen marido, tomate estos días de vacaciones con tu amiguita Alba, que se yo, contrátense un par de amantes y diviértanse, cuando te canses vuelves; porque tú eres la que me hace rico seduciendo a los bellos e idiotas que se fijan en tu belleza.
Ricardo, beso a la fuerza a la joven, quien tras que su marido se fue, se dedico a llorar como una Magdalena, arrepentida de sus errores.
Ilena: ¡Dios mío! ¡Dios Ayúdame! Ayúdame a desaparecer, por piedad, haz que la tierra se abra y me trague, odio a ese hombre y si lo dejas a mi lado, lo voy a terminar matando yo, no quiero vivir mas así, Dios, Dios mío, te lo suplico, ayúdame, por lo que más quieras, perdóname, sé que no soy la mejor de los seres humanos, Dios mío, no me abandones, se que tú me perdonaras, Dios mío, destruí la vida de mi hijo ¿Qué hice? Dios, Dios, no, no, Dios, no tengo perdón, no merezco tu perdón, padre del cielo, llévame de este mundo, dame la muerte por castigo a mis actos.
Entra Alba.
Alba: Ilena, no llores, que eso le hace daño al bebe también.
Ilena: necesito un pase, necesito cualquier cosa, marihuana, cigarrillos, mota, tachas, cualquier cosa, consígueme un poquito, un trago, lo que sea.
Alba: no, no y no, mejor date un baño con agua fría, testaruda, no vas a darle gusto al infeliz de Ricardo ¿vas a permitir que el tenga razón? Cuando te dice que nunca dejaras de ser una arrastrada drogadicta, no seas así, lucha, vive por tu hijo, no lo mates antes de nacer.
Ilena: como hago para decirle que yo no quise hacerle eso, que lo amo, que mi hijo es su hijo y que su hijo y yo lo necesitamos.
Alba: buscándolo, es como se lo vas a explicar todo.
Ilena: no, lo mejor será irme.
1. Alba: huir, huir como los cobardes, por Dios, vas a negarle a tu hijo la oportunidad de tener una familia, solo porque a ti te dio un golpe de cobardía, ten fe, fe, sí, fe es lo que te salvara, ten fe en que vas a odiar las drogas, fe en que tarde o temprano serás feliz con Nahum, o con quien sea, La fe obra por el Amor. "Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la in-circuncisión, sino la fe que obra por el amor". (Gálatas 5:5)
Ilena: ¡la fe! Hace mucho que no tengo fe, desde que la vida se me torció o la torcí, desde ese momento deje de creer en Dios.
Alba: vuelve, vuelve a creer en Él, por Dios estas viva, solo por su amor, él es quien te ha salvado de ir a la cárcel, de los golpes que te ha marcado ese perro que tienes por marido, Dios es quién te ha llevado a conocer el amor en Nahum y ahora, te ha regalado lo más bello que a una mujer se le puede dar, el don de ser madre, con un hijo, fruto del amor, porque Nahúm, te ama, si no fuera así, no te llamara con insistencia, si te ha llamado en estos días cincuenta veces, es piropo, tonta, ese hombre se muere por vos.
Nahum, a comenzado a matarse solo con los vicios y ahora enfrenta el peligro, yendo en busca de drogas donde Ricardo, y también descubrirá que Ilena, no es hermana de Ricardo si no la mujer.
Esta tarde, Nahum, fue en busca de sus amigos, Ricardo, francisco y Félix, para pedirles droga fiada.
Nahum: perdón que entrará así por así; pero es que la puerta de tu bar estaba abierta.
Francisco: el jefe no está, niño rico, así que largo de aquí.
Nahum: quiero que me fíen, aunque sea un solo pase de coca, heroína, de lo que sea, pero quiero algo.
Francisco: Nahum, Nahum, imbécil, aquí no se fía ¡mira! como amigo te lo voy a decir, aléjate de Ricardo, de las drogas o te vas a hundir en un callejón sin salida, donde casi siempre es, la locura o la muerte.
Nahum: muy; pero muy tarde me hablas de eso ¡si no me lo dices tú, no me doy cuenta! por supuesto que yo lo sé; pero ya es muy tarde para mi, ¡amo esto y sin ello no vivo!
Francisco: eres solo un chico de la alta sociedad, busca los medios posibles para curarte, tú que lo tienes todo, puedes volver a vivir, vivir de otra manera, de una manera mas decente, casarte, tener hijos, formar una bella familia, no hagas de tu vida un infierno que se paga con dolor, sal de esto, antes de que mueras por una sobre dosis, por falta de drogas puedes robar, matar, terminar asesinando, o en la cárcel, aléjate de esto niño, tú no eres para esto, tu naciste para ser un hijo de papi y mami, este no es tu mundo, el tuyo es de fiestas elegantes, de mujeres de tu clase, de lujos, una vida cómoda, no una vida mísera, como la que vives ahora, muchos mueren por esto, empiezan con una pruebita y terminan robando, asesinando, en el hospital, en la cárcel ó hasta muertos, si muchos terminan siendo matados por su adicción.
Nahum: vete al diablo, a mí que me importa tu sermón de estúpido, imbécil ¿Dónde está mi cuate Ricardo?
Y Ricardo que llegaba con su amigo feliz, escucho que Nahúm lo aclamaba y el momento para acabar con Nahúm se le presento a Ricardo.
Ricardo: estoy aquí ¿para que soy bueno?
Nahum: amigo, amigo mío, eres bueno para darme cocaína, si, si me darás.
Ricardo: ¿traes los dolarcitos? ¡Porque! aquí no se fía, no es una tienda de barrio, donde vas diciendo, que después volverás para pagar, no, yo no soy un chico bueno, aquí es billete en mano, mercancía en mano.
Nahum: fíame, please.
Félix: ¡y cuando papi y mami vengan del viaje pagas! ¡jajaja!
Ricardo: Nahum, por lo visto no tienes el billete, mejor lárgate de aquí.
Nahum: me estoy muriendo, hazme ese paro man, no seas tan mala onda, yo contigo he gastado un mucho, aquí he comprado siempre la merca.
Ricardo: estoy pensando seriamente en que existen maneras de pago.
Nahúm: ¿Cuáles? Dímelas, por favor no te calles y dímelas.
Ricardo: enserio quieres que te de drogas.
Nahúm: por favor, si, te doy lo que sea.
Ricardo: haber ese reloj, esa esclava, oh y ese anillo con la cadenita que cuelgas al cuello, si dámelos y también me das el carro.
Nahúm: si, si toma, toma, toma mis pertenencias y dame, dame mi pase, anda, ándale, rápido.
Ricardo: calmantes mantés, si, ten, es lo único que tengo.
Nahúm: tan poquito.
Ricardo: lo tomas o lo dejas.
Nahúm: si, si, dámelo, dámelo “consume con avidez”.
Ricardo: perfecto, ahora tu y yo tenemos una charla pendiente, si, es sobre Ilena.
Nahúm: se fue, me dejo, tu hermana se fue y me dejo hecho pedazos.
Ricardo: ¡jajaja! Oye, oyeron eso amigos.
Nahúm: ¿qué les da risa a ustedes?
Ricardo: deberá que no eres más estúpido, porque rebasaste tus límites en la estupidez, la zorra esa no es mi hermana, es mi mujer.
Nahúm: ¿Qué? No es posible.
Ricardo: ella solo quería que le compraras lo que ella quisiera, la vez pasada hizo lo mismo con otro chavito de tu clase social, tu eres algo así como con estilo a imbécil, descerebrado, pensaste que esa mujer tan bella seria tuya.
Nahúm: si, por cómo se me entrego, ella se enamoro de mí.
Ricardo: ah y yo también me enamore de ti y es por eso que te voy a obsequiar un regalo, muchachos adelante, es todo suyo.
Félix y Francisco golpearon vilmente a Ricardo, después de que le habían quitado las joyas y la llave del carro.
Ricardo: si quieres mas dímelo, es que tu eres súper mega triple torpe, para Ilena tu era algo así como.
Félix y francisco dijeron: la gallinita de los huevos de oro ¡jajaja!
Nahúm: ¿Dónde está ella? A ella le voy a creer todo a ustedes no.
Ricardo: haber muchachos, creo que nuestro amigo no comprende quien soy yo, vamos a darle la dirección donde encontrara a su querida amante ¡jajaja! Denle su dirección al infierno.
Nuevamente Félix y Francios golpearon a Nahúm, quien intentaba defenderse pero era inútil su intento, ya que era de obvio que dos contra uno no era fácil.
Ricardo: ahora largo de aquí, ah y estas joyitas son mías, no hay prestamos aquí, lo que cae en mis manos jamás vuelve a sus dueños, y las merezco por haberte prestado a mi mujer para que te diera unas ardientes noches y te enseñara a ser hombre, ahora bye, bye.
Nahúm: eres un cobarde; que si no es por tus sirvientes, no eres nada.
Félix: ¿llamo a la policía?
Nahúm: que bien, adelante, que vengan, que venga un policía imbécil y creo que le va a interesar escuchar lo que tengo que decirle de ti y de tus secuaces.
Francisco: que niño más boconcito eres.
Ricardo: tus deseos son ordenes, vea señor policía, este borracho mediocre, esta molestado a mis clientes, les anda pidiendo drogas.
Félix: si señor policía, llego exigiendo que le fiaran alcohol, se imagina hasta donde esta de drogado ese cerebro de mono.
Francisco: vete, Nahúm, vete y no te metas en broncas.
Nahúm: no, hasta que me entregue las prendas que me quito y la llave de mi carro.
Ricardo: ¿prendas? ¿Qué prendas? ¡Estás loco! lo han oído, hasta drogado anda, mírenlo, a lo que tiene talle es de drogadicto, arréstenlo.
El policía: es mejor que se marche por las buenas, o tendré que llevarlo a la comisaria.
Nahúm: a los drogadictos estos, llévese mejor, ellos son los que me venden droga.
Ricardo: ¡Ja! Eso es una calumnia, oficial, está mintiendo, usted no va a creer eso verdad, solo porque no le fie un trago, me calumnia, largo de aquí muchacho.
-Más Tarde-
Nahúm, caminaba por las calles en busca de de drogas; pero entre tanto caminar, en medio de la gente, llegó a la iglesia “Catedral Sagrado Corazón de Jesús”, Nahúm, se detuvo en los portales de la iglesia, quería y no quería entrar a la iglesia, pero había algo que lo detenía, luchaba entre un sí y un no, se detuvo a ver la iglesia de arriba hacia abajo, luego se sentó por un largo rato, no se había percatado, de que un sacerdote, lo estaba viendo desde hace un rato, lo veía llorar, lo veía sufrir.
Poco después, Nahúm, se levanto de aquella acera de la iglesia, camino un poco y al fin decidió vencer el gusanillo del miedo y decidió entrar, mientras caminaba, con la mirada perdida, se encontró un crucifijo que estaba tirado en las gradas que conducían a la entrada de la iglesia, le llamo mucho la atención ¡como aquel crucifijo brillo! se quedo viéndolo, como también, viendo a su alrededor, nadie lo viera tomar el crucifijo.
Nahúm, tomo entre sus manos aquel crucifijo y llorando entro a la iglesia, colgando el crucifijo en su mano derecha, desde la puerta dirigió su mirada hacia el altar, cuando el caminaba, veía como la gente se fijaban en sus heridas, de lo desastrosa que se veía su apariencia, debido a los golpes y a la droga, que lo habían demacrado, la gente lo veía con asombro, admiración y hasta con falta de respeto; pero él estaba como hipnotizado, como sintiendo que un imán lo hacía ir hacia el altar, así fue que, sin importarle nada siguió caminando, con seguridad de que lograría llegar hasta el altar, por un momento, se detuvo en medio del pasillo, quiso volver atrás, después volvió la mirada hacia el frente y con seguridad de que llegaría hasta el altar, continuo caminando, llego, se sentó y se quedo viendo fijamente la imagen del Cristo crucificado.
Nahúm: padre, sabes, hace años, yo decía que tú eras mi papá; porque el papá que me diste, nunca estuvo conmigo, nunca ha sabido ser un padre verdadero, tan poco mi mamá, estuvo conmigo, solo vivían preocupados, viven y vivirán preocupándose por multiplicar su fortuna, no sabrán ser padres; si no amantes a lo material, ellos, solo se preocuparon por tenerme como un rey, dándome todo a manos llenas, no sé en qué momento perdí la dirección, antes yo sabía hacerme la cosa esa de la cruzada, eso que hacen con los dedos formando de la cruz.
El sacerdote, que estaba tras de él, le dijo: eso de la cruz se llama persignarse, la señal de la santa cruz.
Nahúm: padre.
El sacerdote: quédate ahí, hijo, yo voy hacia a ti para conversar, necesitamos hablar, debes ser escuchado.
Nahúm: usted cree que yo, que Dios, ve a una basura como yo, no cree que se da cuenta, que yo soy un inservible, un inútil, bueno para nada.
El sacerdote: hijo, Dios escucha y ve a todos, no escoge entre buenos y malos, feos y bonitos, ricos y pobres, saludables o enfermos, para Él, todos somos sus hijos.
Nahúm: como tener fe y confianza en Dios, si me dio lujos, comodidades; pero me dio, unos padres que nunca están conmigo, mire mi vida, soy un solitario idiota, sin amigos, soy solo un pobre ambulante; que muere por tragar drogas, soy un adicto a toda clase de drogas, mis amigos, me invitaron a este mundo de adicción, nunca me dijeron cuánto dolor había dentro de este, su mundo, dolor que solo se anestesiaba con la droga, tuve una novia que me uso a su antojo; para hacerme más adicto de lo que era, no sirvo para nada, ¿Por qué? ¿Para qué Dios me dio la vida, si no sirvo para nada? Cree usted; que así yo puedo tener fe, puedo tener fe, siendo un inútil.
El sacerdote: hijo, es muy triste todo lo que dices; pero sé que en tu corazón, aun hay mucho amor para dar, sabes, Dios te tiene con vida y en su plan está que seas feliz, quizás tantas cosas te han pasado; pero déjame decirte, que aunque no has visto con los ojos al señor; deberías intentar verlo con los ojos del alma y te darás cuenta que Él, está en todos tus pasos, nunca te abandona, te protege, te guía, está contigo, aún cuando no te des cuenta de ello.
Nahúm: ¿usted, cree eso?
El sacerdote: si, si lo creo, hijo, puedo ayudarte, conozco un lugar donde encontraras paz y recuperaras la confianza en Dios y en ti mismo.
Nahúm: yo, no conozco a Dios, siento que un día lo voy a conocer.
El sacerdote: debes saber que la vida es de pruebas, hay unas difíciles y otras fáciles, lo de tus padres, pues eso solamente, es por trabajo, ellos quieren dejarle algo a su hijo, a ese hijo que eres tú, quieren que el día de mañana, si ellos faltan, tú, te quedes asegurado, que más te digo hijo, los amigos, hay que saber ganárselos y también saber escogerlos, en esta vida, no todos son unas blancas palomitas, aquí es el mundo real y existe el bien como también existe el mal, ese mal que nosotros como cristianos del reino de Dios, combatimos.
Nahúm: padre, hoy día hay más mal que bien.
El sacerdote: pues, tú, podrías ser parte del bien, ayudar a que el bien avance, luchar por vencer el mal de la tierra, ahora lloras, mañana puedes reír por obra y gracia del creador, ayúdale también a él, se parte de su viña.
Nahúm: padre, hábleme del centro.
El sacerdote: es un lugar modesto, es de parte de la iglesia, como también hay otros lugares donde el gobierno brinda apoyo a los habitantes del distrito de Columbia.
Nahúm: padre, perdón, le digo, yo no conozco a Dios, lo único que en mi vida he conocido es lo malo.
El sacerdote: veo que quieres evadir lo del centro, bueno hijo, vas a conocer a Dios, eso te lo digo yo, ve a esta dirección, ahí te van ayudar con tu adicción, ellos están preparando un campamento bíblico, hacen dos campamentos por año, el hermano Ramiro Chasca, es el director del Centro, habla con él y veras como te ayudaran a ser otro y a conocer a Dios.
Nahúm: padre, hoy se que yo necesito a Dios, para salir de esto, pero antes necesito creer para poder vivir con Dios, siento que sin Dios, mi vida se está agotando, se me está haciendo pedazos, cada minuto de vida, padre, yo soy como un nadie, tengo 20 años y no sé cual es mi talento, no se para que sirvo, necesito saber que estoy viviendo por alguna razón y solo en Cristo, la voy a encontrar, así que usted ayúdeme en nombre de Dios.
El sacerdote: sabes hacer algo, todos tenemos un don, un talento, unos cantan, otros bailan, otros saben hacer reír al mundo, aunque, les toque poner una sonrisa que no tienen, otros que se yo, escriben, no te gusta la pintura, cantar, escribir poesía, música, novelas, cuentos, cualquier cosa debe gustarte, la electrónica, la mecánica, lo que sea.
Nahúm: creo que si se hacer algo, se componer letras de canciones, tengo una canción en mente, una canción que la voy a componer yo, antes escribía música; pero me desilusionaba.
El sacerdote: pero ¿por qué?
Nahúm: pensaba que eso era tonto, porque era música.
El sacerdote: ¿Qué tipo de música?
Nahúm: extrañamente escribían cosas de Dios, a todos les decía que yo, era ateo; pero en mi cartera siempre he llevado la imagen de Jesús, de alguna manera, no he alejado a Dios, de mí, porque a solas lo amo y ante el mundo, me da como pena, lo que pasa es, que mis amigos decían que las personas más religiosas, eran las mujeres; pero a mí no me importaba, aunque me daba pena decir que yo, era creyente en Dios, yo creía en Dios y creo que debo decir que, gracias a Él, sigo vivo, aunque a veces tenga fe, a veces no, ya no sé ni lo que digo, estoy cada vez mas chiflado, olvide lo que le dije.
El sacerdote: no ¿Por qué? Para nada, lo que has dicho es maravilloso; porque aunque te de pena, aunque lo niegues crees en Dios.
Nahúm: pues si, se que solo escribo letras de canciones.
El Sacerdote: que te parece si me traes la letra de una canción o de las que tú quieras, aquí tenemos un grupo de jóvenes que cantan, pues tienen un grupito humilde; pero cantan muy bien, bueno, vienes después de que te cures esas heridas y cuando hayas tomado un buen baño, baño que mucho necesitas.
Centro de Rehabilitación, Rayo de Vida.
La oficina del director.
Ramiro, era el director del centro de rehabilitación para jóvenes con adicciones a drogas.
Sentado en la silla frente al escritorio, estaba Ramiro, en otra silla se encontraba la institutriz Noelia, ambos tomaban un café.
Noelia: así fue como todo ocurrió, tal y como se lo conté.
Ramiro: como pudo ver, cuando le mostré el centro, pues es muy humilde, carece de muchas cosas, y aquí cada joven que llega, tiene que asear su cuarto, lavar su ropa, se les proporciona todo, según usted dice ese joven es de familia rica y no creo que se acomode a nuestra forma, yo le puedo recomendar lugares donde tal vez paguen un poco; pero será mejor tratado.
Noelia: Ramiro, confió en ti, desde hace años somos amigos, muchos han salido con éxito de aquí, ustedes los ubican en trabajos, los ayudan a volver a los estudios.
Ramiro: oh sí; pero con ayuda del Latin American Younth Center.
Noelia: yo confió en que mi niño estará bien aquí, porque aquí, lo que no le va a faltar es cariño, el necesita cariño, afecto, aquí lo van a tratar con amor, hayá estaría bien, lo tratarían como rey, yo lo sé; pero todo lo harían por dinero y en cambio aquí no, aquí lo harían con amor, con respeto y lo educarían en los caminos de Dios.
Ramiro: y él, acepta o no acepta venir con nosotros.
Noelia: sí.
Ramiro: bueno está bien, acepto, tráelo cuando gustes.
Noelia: eres un encanto, por eso es que te di el sí.
Ramiro: tanto que me costó conseguir que fueras mi novia.
Noelia: lo que me enamoró de ti, es ese corazón que tienes, esa generosidad que ayuda a quien te lo pide.
Ramiro: bueno, tengo una reunión, con todo gusto te hubiera recibido más tiempo, tu sabes que te amo y que para ti estoy siempre, tuve que retrasar la reunión un par de minutos, asique cuídate y pronto pasare; para que me prepares ese cafecito tan rico que siempre me haces.
-En el rio-
El Narrador: Nahúm estaba a la orilla del rio, estaba triste, con un pedazo de palo, dibujó un corazón en la arena y cuando menos lo había pensado, en medio de ese corazón había escrito el nombre de, Jesús,
Nahúm: señor, mi nombre es Nahúm Monterrosa, soy un jovencito de 20 años, ando buscándote para pedirte ayuda, señor, socórreme que perezco; señor, ayúdame que me pierdo; sálvame que me condeno, no soy digno de Jesús, no soy digno; pero una palabra tuya bastara para sanarme. Mira mi hambriento deseo de ti, señor, quiero sanar, quiero vivir ¡te misericordia de mi!
Sentado, en aquel arenal, mojándose los pies, Nahúm lloraba implorando la ayuda de Dios, una ayuda que podría recibir mucho más pronto de lo que se imaginaba.
El Narrador: Nahúm, comenzará a ver la luz del sol, comprenderá que al final del día, el sol se va y la noche es oscura; pero que siempre hay un nuevo sol, que brilla como el amor de Dios, un nuevo día para Nahúm, podría significar un nuevo amanecer o la muerte que esta apunto de acecharlo, será que una vez más la mano de Dios, estará con él, por supuesto que sí y eso tienes que verlo.
La misma noche del día de hoy.
-En su mansión-
La institutriz, curaba las heridas de su querido casi hijo, a quien con cariño aconsejaba.
-En la sala-
Noelia: hijo mío, deberías tratar de cambiar, aunque sea por ti, mi amor, yo, no quiero verte destruido, acuérdate de lo bello que has vivido, acúrdate que Dios está contigo, confía en Él, pídele que cada paso que des, Él este contigo.
Nahúm: si, Noelia, quiero intentarlo, no puedo ser tan bruto y no escuchar consejo, quiero hacerlo, ayúdame a curarme, dame unos días para decidir si me voy a un centro o me voy hacerlo que sea.
Noelia: tengo fe en que lo vas a lograr, cariño, tú puedes, ese es mi niño, optimista, y quiero que retomes tus estudios, para que luego vayas a la universidad.
Nahúm: no puedo creer cuanta fe tienes en mí.
Noelia: es un Monterrosa, y los Monterrosa, son hombres de bien y sé que usted será sanado por el mejor medico del mundo.
Nahúm: Dios, Él será mi santo medico, bendito sea ese nombre, tengo fe, en que voy a lograrlo, yo sé que puedo y con Dios, no habrá nada que me haga recaer en los vicios.
Noelia: eso es, positivamente piensas, positivo será el resultado de tu lucha.
Nahúm: creo, que he puesto toda clase de escusas, que mis padres no están conmigo, que mis amigos no me aprecian, que ella se fue, todo lo malo que me pasa, no lo aparto de mí, no veo lo positivo que hay en eso malo, busco cualquier cosas para hacer y deshacer a mi antojo, no sé, siento que Dios, va a venir y permitirá que yo lo conozca y se quedará a vivir en mi corazón.
Noelia: aun tienes la carita triste.
Nahúm: claro.
Noelia: ¿es por ella?
Nahúm: ¿cómo olvidarla? Ella siempre me tendrá a su lado, en las buenas y en las malas, aunque me haya mentido, me haya usado, allá jugado conmigo, que haya hecho lo que sea, lo siento, la amo y no puedo, esta tan dentro de mi alma, mi amor por ella, es tanto que no encuentro como decir todo lo que siento.
Noelia: Nahúm, el amor es como el sol, se oculta; pero nunca muere, si la amas, búscala, ella estaba enamorada de ti, yo te lo digo, lo note en sus ojos, ella callo en su propio juego, se enamoro de ti, si dudas de mí, búscala, obsérvala y te darás cuenta de que ella, te ama.
Nahúm: ella es igual que yo, somos un par de adictos.
Noelia: ayúdala a salir de las drogas, quien dice que no pueden ser felices, sabes que, los mejores amores surgen así, extrañamente esos son amores extraños; pero reales y bellos.
Nahúm: cuando ella llego a mi vida, sentí que ella siempre estuvo conmigo, la amo y estoy dispuesto a perdonarla y hasta a casarme con ella, que importa si estoy joven, sirve de que le ayudo a estudiar, estudiamos juntos.
Noelia: mi amor ese es el Nahúm, que conozco, te adoro mi niño.
Nahúm: ya, no me duele, ese abrazo es reconfortable; pero me dolió por mis golpecitos.
Noelia: ¡hay! Perdón mi cielo.
Varios Días después.
El narrador: habían transcurrido varios días después de que Nahúm, había decidido dejar ese oscuro pasaje de su vida, mientras que Ilena, quería huirle a la realidad; pero su amiga Alba, se lo impidió yendo a casa de Nahúm, a contarle que Ilena se iba llevando en sus entrañas un hijo suyo.
-Sala de la mansión-
Alba: así como lo oyen.
Nahúm: ¿voy hacer papá? Has oído tal historia, esa noticia es la mejor, eso es súper fantástico Noelia.
Alba: pero debes impedir que ella se vaya del estado, no lo permitas, ella no tiene a nadie por allá, en New York.
Nahúm: no, ella no saldrá de DC, de mí cuenta corre que no se va de Washington DC, así tenga que impedirlo, hasta con mi propia vida, si, no se va, antes tendrá que pasar por encima de mi cadáver, porque a mi hijo no se lo lleva, así porque así.
Noelia: vez como Dios, está contigo, Él tarda; pero nunca, nunca olvida, tu lloras, tu ríes, sufres, en todos esos momentos esta Dios, contigo, mira que linda es la recompensa de querer volver a ser otro Nahúm, llevas varios días dejando de usar la droga y mira lo que te da Dios, en obsequio por tu esfuerzo de cambiar.
Nahúm: si, Dios, me ha premiado.
Noelia: tu llevas varios días sin consumir, yo sé cuanto has sufrido, por querer drogarte; pero has podido contra el deseo, ahora te traen otra razón para seguir dejando de drogarte, ahora tendrás un hijo, podrás hacer tu propia familia, ya no estarás mas solo.
Nahúm: lo que sea, Dios, es amor; pero tú, en nombre de Dios, llévame a donde ella va a tomar el tren.
Noelia: por supuesto que si, mi vida.
El narrador: los minutos cuentan, Ilena se podría marchar sin saber que, Dios, ha realizado un milagro de fe y amor en Nahúm, milagro que hiso alejándolo del terrible mundo de las drogas; pero aun así, el mal esta tras de ellos, para darles su estocada final y es que Ricardo, al saber que Ilena, se aleja del estado, tratara de impedirlo, sin impórtale el daño que cause con ello.
-La Estación del Tren-
El narrador: Noelia, se estaciono en un parqueó de la estación de trenes, Nahúm, no espero a que terminaran de estacionarse, cuando ya se había bajado e iba corriendo y tras de él iba la joven Alba, cada minuto contaba y podría ser muy tarde y pronto, llego un taxi del cual se bajaron los jóvenes, Ricardo, francisco y Félix, quien corrían entre la gente, luchando por impedir el viaje de Ilena.
Mientras tanto, Ilena, estaba sentada en un banco, a su lado tenía una pequeña mochila, ahí estaba esperando el tren que la llevaría lejos de su pasado, pronto vio a Nahúm, que venía bajando las escaleras muy aprisa, quiso esconder su mirada para otro lado; pero no le resulto fácil.
Ilena: es Nahúm y viene con la picara de Alba, fue a decirle que me iba hoy.
El narrador: El tren estaba llegando, al ver el tren, Nahúm, grito fuertemente el nombre de Ilena, impidiendo que la joven tomara el tren, que estaba muy a pasos de abordar.
Nahúm: ¡Ilena!
El narrador: Nahúm y Alba llegaron hasta donde se encontraba la joven Ilena, evitando que esta subiera al tren.
Nahúm: vas a irte sin decirme que me amas como yo a ti, te vas a llevar mi corazón y mi vida entera, no sabes a caso, que mi alma y corazón están contigo, vas a irte llevándote mi vida y a mi hijo.
Ilena: Alba, me mentiste, dijiste que el tren pasaría en media hora y llevo aquí casi dos horas, todo era para ir por Nahúm.
Nahúm: hurra, hurra por Alba, sabes que, ella pensó en ti y en mi, quiere que seas feliz, que tengamos a nuestro hijo en un seno familiar, Ilena, tú no puedes irte, eres el amor de mi vida, si Dios, me dio la oportunidad de alcanzarte, es porque tú eres para mí y yo soy para ti, aunque te hubieras ido, te juro que yo, me hubiera ido en el siguiente tren tras de ti, a buscarte por todo New York, como los incapacitados lo hacen, nunca se rinden, así mismo hubiera luchado yo, aunque hubiera muerto buscándote, si así como los incapacitados, cuando fallan intentan e intentan una y otra vez, hasta lograr su cometido, lo mismo hubiera hecho yo, por amor a ti y a mi hijo, que acaso te cuesta comprender que te amo.
Ilena: el tren se me va, déjame ir.
Nahúm: que se largue, tú, no te vas y si te vas, sera a mi casa.
Ilena: no, yo debo irme.
Nahúm: tú no te vas, tú te vas sobre mi cadáver, me oíste bien, sobre mi cadáver.
El narrador: Alba y Noelia, quienes bajaban las escaleras del ascensor, veían como lentamente se acercaba el joven Ricardo, con malas intenciones, quien de su pantalón sacaba una navaja, la cual se la incrusto con odio al joven Nahúm, clavándosela tres veces por la espalda, produciendo horror entre la gente que lo veía.
Noelia y Alba: ¡nooo!
Ricardo, le dijo a Nahúm: taran, taran, soy tu ángel guardián, ahora te digo, tus deseos son ordenes para mi, ahora ya eres un cadáver ¡jajaja! Ilena, puede largarse sin ti, púdrete en las brazas del infierno, pensaste que te ibas a quedar con mi hembra.
Nahúm: ahora, ahora si puedes irte, Ilena.
Ilena: Nahúm, Nahúm, Nahúm, no, no, Dios mío no ¿Por qué Dios mío lindo? ¿Por qué?
Ricardo: ¿Por qué? ¿Por qué? ¡Jajaja! Porque el pidió morir, acaso no lo escuchaste, mi vida, el pidió morir, yo solo se lo cumplí y el que se muere con su gusto, que lo sepulten parado, mi amor ¡jajaja! Pobre Nahúm, tonto, creíste que esta mujer era tuya, te dije que nadie se quedaba con lo mío, no te lo dije, pues ahora te lo digo.
Ilena: ¡cállate!
Ricardo: no llores por este, te vez ridícula, ni por mi, has llorado tanto.
Ilena: si, si, si, lo amo, lo amo más que a mi vida, es el padre de mi hijo.
Francisco y Félix: ¡un hijo!
Ricardo: ¡hijo! Un hijo de este riquillo y tú, pobre niñito, va a nacer adicto, que horrible ser hijo de un par de drogadictos, papi se muere, mami tal vez se vuelva loca de dolor ¡jajaja! Quizás el destino de tu hijo debería ser que se muera, o que termine siendo un bastardo como tú.
Ilena: mi hijo tendrá a su padre y a su madre; porque ni todo el mal que tu tengas en tu alma, podría impedir los designios del señor del cielo.
Noelia: mi niño, Dios, Dios mío, ten misericordia de su alma, sálvalo, Señor, sálvamelo, ¿Qué cuentas le voy a rendir a sus padres?
Nahúm: tú has sido mejor que ellos, mis padres, no tendrán derecho alguno de reclamarte.
Alba: la policía llego.
Félix: la chota, yo no soy culpable, yo solo lo vi todo.
Francisco: yo me rajo, a ti no te conozco Ricky.
Félix: yo tampoco te conozco, yo en mi vida te he visto a ti, no voy a ir a la cárcel; porque tú hayas asesinado por obsesión.
El narrador: aprovechando el gran número de personas que veían la tragedia de Nahúm, cuando caía lentamente al suelo, ahí fue que Félix y Francisco, se perdieron entre la gente; pero Ricardo, los atrapo y se entrego con ellos.
Ricardo: ah, buenos amigos míos, me abandonan cuando el barco se hunde; pero que mal, no se van, mis amiguitos malos, si caigo yo, caemos los tres, porque los tres somos parte del grupo.
Francisco: suéltame Richard.
Félix: hey si, Ricky, el estúpido obsesionado con esa mujercita, eres tú no nosotros, tú fuiste quien le clavo las tres puñaladas a Nahúm.
Ricardo: tal vez si fui yo, si, es muy tarde para arrepentimientos baratos, la poli llego ¡jajaja! Los tres nos vamos a la cárcel.
El policía: ¿Quién fue el culpable de este delito?
Noelia: ellos tres.
El policía: ustedes tres, es impresionante al fin cayeron, los he traído en raya y al fin tengo como hundirlos.
Félix: no, yo no fui, no, fue este, fue el.
Ricardo: pero él me consiguió el puñal.
Francisco: si él, él fue el culpable, yo no, ni él, él es un loco, un psicópata demente, un narco.
Ricardo: fuimos los tres, uno consiguió la dirección, el otro el puñal y yo use el arma contra ese perro, que se quería quedar con mi mujer.
El policía: ustedes son el trió de pequeños salvajes, esos del bar, los que golpearon a este muchacho, que les parece si charlamos en la comandancia.
Ricardo: genial, si gustas te acompañamos a tomar el té ¡jajaja!
El policía: tan gracioso, pues si gustas te invitare a un viaje a ti y a tus amiguitos, los instalare en un lujoso hotel cinco estrellas, donde las habitaciones tienen camas perfumadas y piyamas con rayitas blanco y negro.
Félix: ¡Ha! yo soy fanático de las piyamas de rayitas, como las de las cebras.
Francisco: Félix, de verdad eres estúpido o te haces, imbécil, está hablando de trajes para criminales.
Félix: ah, entonces esas piyamas de criminales no me gustan.
El policía: compañeros, arresten a este trió de pequeños delincuentes.
El narrador: paramédicos llegaban y levantaban a Nahúm en camillas, mientras policías arrestaban a Ricardo y sus compinches.
-Mansión Monterrosa-
Alberto Monterrosa y su señora esposa, Maximiliana de Monterrosa, han vuelto de su largo viaje, creen que a su regreso, ahora serán bien recibidos; pero ni su hijo, mucho menos la institutriz, se encuentran en casa.
-En la sala-
Maximiliana, quiso servirse un trago; pero se encontró con la sorpresa que no había ni una sola bebida, ni nada que tuviera que ver con el alcohol, todos aquello vino caros, traídos de sus largos viajes, se fueron al estomago de Nahúm y sus amigos.
Maximiliana: Alberto.
Alberto: ¿Por qué pones esa cara de espanto?
Maximiliana: nos robaron.
Alberto: ¿y que se robaron?
Maximiliana: todas las botellas de licores, esos exquisitos vinos franceses, europeos, centro americanos, mis colecciones de buenos vino no están.
Alberto: hay Maximiliana y que gran robo, no seas tan así, son solamente vino, seguramente se gastaron o los tiraron.
Maximiliana: pero si eran los vinos más caros del mundo, eran nuestros obsequios, los coleccione, los cargue durante mucho tiempo, hasta que los envié ¿para qué me los tiraran?
De seguro Noelia, hizo muchas fiestas e invito a la chusma y se acabaron mis vinos, mis delicadas botellas importadas.
Alberto: que importa eso, y nuestro hijo donde andará, parece que no hay nadie en casa.
Maximiliana: Noelia, Noelia, Noelia, de seguro que anda con su novio de siempre, con el tipo ese, que ayuda a los cochinos drogadictos, no deberíamos confiarle el cuidado de nuestro hijo.
Alberto: que mente, que mente, debiste ser escritora, en lugar de ser financiera.
Maximiliana: ¡ay! Es la verdad, ese tipo que anda con Noelia, solo cuida drogadictos, y ex convictos, pandilleros, que van a regenerar, una parranda de sinvergüenzas, como esos.
Alberto: de seguro Noelia, debe traer con ella el teléfono celular.
Maximiliana: si, es lo más seguro.
Alberto: voy a llamarle a Noelia, debo saber si están bien, ella y nuestro hijo.
-El Hospital-
El narrador: en el carro de Noelia, su teléfono celular sonaba y sonaba, nadie lo respondía. En la sala de esperas estaba Noelia con las jóvenes Ilena y Alba.
Alba: tranquila, amiga, come un poco, para que no le haga daño al bebe, tanta preocupación y falta de alimentación, acuérdate hoy es por ti y por él.
Ilena: se está yendo por mi culpa, si se muere, seré la culpable, ay Dios, ayúdame.
Alba: créelo que Dios, está contigo y esta también con él, dentro de ese quirófano, Dios, es le mejor medico salvador del mundo, la vida de tu hombre, está en sus manos.
Ilena: Nahúm, todo es mi culpa, jamás debí cruzarme en su vida.
Alba: Ilena, los caminos de Dios, son así, inexplicables, por cosas del destino, tú estabas para cruzarte en la vida de Nahúm y él, en tu vida, las cosas sedan, sean buenas o malas pasan porque tienen que pasar.
Noelia: mi amor, orar, orar te hará bien, la fe, la fe mueve montanas.
Ilena: hará milagros, así como mueve montanas.
Noelia: mi niña, yo soy muy creyente en Dios y puedo afirmarte que Dios, te oye y sé que la fe en Él, hace grandes maravillas, Ilena, habla con Dios, desde el fondo de tu corazón.
Ilena: él se está muriendo.
Noelia: decía la Madre Teresa de Calcuta, El fruto del silencio es la oración. El fruto de la oración es la fe. El fruto de la fe es el amor. El fruto del amor es el servicio. El fruto del servicio es la paz.
Alba: qué tal si mejor me acompañas a la capilla del hospital.
Ilena: si vamos.
Noelia: las alcanzo en un momento, voy al carro por mi celular, es que, no vaya hacer que los padres de Nahúm, se comuniquen y al no responderles yo, se alarmen.
Alba: vaya, yo la llevare a la capilla, juntas pediremos a Dios, por un milagro de vida por Nahúm, lo haremos con toda nuestra fe.
Ilena: tengo fe en Dios y sé que me va a oír.
Noelia: no lo dudes cariño.
El narrador: Nahúm se debatía entre la vida y la muerte y la última prueba era la más grande, era mostrar que la fe en Dios, lo podía todo, que esta vez el bien iba a triunfar por encima del pecado.
-En la capilla del hospital-
El narrador: Ilena y Alba, se arrodillaron frente a un Cristo crucificado, comenzaron a pedir mucha ayuda con fe y amor.
Ilena: Dios, tal vez no sea digna de estar aqu,í en tu presencia, porque por muchos años te culpe de mi soledad, de haber crecido huérfana, haber tenido que entrar al famoso y asqueroso mundo de las drogas, donde me hacían olvidar, cuando solo me anestesiaba; pero cuando el efecto pasaba, volvía a sufrir, que importa ahora mi tonta historia, si estoy aquí es por amor, es porque quiero volver a tu camino, quiero una nueva vida, quiero creer en ti, tal vez esta vez, no pida por mí, sino por él, por el hombre que amo, por el padre de mi hijo, que ahora se debate entre la vida y la muerte, no quiero que muera, lo amo, quiero tener una familia con él y mi hijo, no quiero perderlo, como perdí a mis papás, Dios mío, ten misericordia de él y de mi hijo, también de mi apiádate señor, la verdad es que, yo no sé como poder pedirte, lo único que sé es que creo en ti, confió en tu infinita misericordia, confió señor en que tu vas a sacarlo de ahí, de ese estado, lo sacaras con vida de ese quirófano, yo se que tu mano estará presente en la mano del médico, te prometo que si el sale de ese estado, me alejare de él, sin hacerle más daño, aunque lo ame más que a mi vida; pero ayúdale señor, ayúdale, ayúdale a vivir, es joven, lleno de vida, merece vivir y servirte a ti.
-En la cárcel-
Al parecer, Ricardo, estaba detenido con sus amigo; pero no resistió tantas cosas que de un pronto a otro enloqueció, se reía y lloraba, sus amigos le temían.
Ricardo: ¡jajaja!
El narrador: Félix y Francisco, miraban a su amigo, que se reía y saltaba gozando; pero que de repente lloraba, volvía a reír y peleaba con Ilena, diciéndole que tenía que matarlo; pero todo era parte de sus alucinaciones.
Ricardo: ¡jajaja! Yo lo tenía que matar, el se quería quedar contigo, tú eras mía, tu eres mía, solo mía, si te vas con él, te mato, tu eres mi mujer, tú tienes que ayudarme a enamorar a todos los idiotas que lleguen a comprar drogas, si, hazlos que ellos se enloquezcan por ti, luego tu hazlos adictos como lo hiciste con ese perro de Nahúm, ese Nahúmcito, es mentiras, lo que hay en tu vientre, es un Ricardito, es mi hijo. “llora, ríe y pelea con Ilena, a la que ve en alucinaciones”.
Félix le dijo a Francisco: este si antes estaba topado, hoy esta re-topado de la mente.
Francisco: seguro se le zafo el último tornillo que tenía bueno.
Félix: eso dije yo siempre, mucha droga lo iba a dejar tonto.
-En el hospital-
Llego Noelia a la capilla.
El narrador: la institutriz Noelia, se persigno y se arrodillo un poco cerca de las otras dos jóvenes.
Noelia: señor, tú que estas en el cielo, tu sabes cuánto amo a ese joven, yo lo crie desde bebe, ha sido y ser para mí como un hijo, me siento la madre de él, aunque yo no lo traje a la vida, yo, trate por todos los medios hacerlo parte de tu redil; pero él no quiso y yo se que quien está contigo es por voluntad, no por obligación, así que no lo forcé ir a la iglesia; pero desde el primer día que supe que el consumía esas porquerías llamadas drogas, yo sufrí mucho, como una madre sufre, me desvelaba esperándolo, lo aconsejaba, lo trate de alejar de esos malos caminos; pero no lo conseguí, noche a noche vivía orando por él, porque un día te encontrara, porque esa era su misión, sufrir mucho para encontrarte, los caminos son así, yo se que todo lo que el hasta hoy a padecido, son pruebas duras, pruebas que lo harán ver que tu siempre estabas ahí con él, tal vez, el nunca supo buscarte donde debía y si te busco; pero su búsqueda era la de encontrar a un humano, nunca pensó que tu vivías en su corazón, nunca entendió que tú estabas con él, dentro de su corazón, en cada paso y pensamiento que el tenia, ahí estabas tú, para protegerlo de cualquier peligro, en cada caída, en cada celebración, en fin en todo estabas tú, el te buscaba; pero no sabía darse cuenta que tú estabas con él, el tiene muchos errores y tu, como el creador que eres, sabes que no es perfecto, que al fin después de mucha búsqueda, el te encontró, tal vez parece demasiado tarde cuando te encontró; pero él quiere ser tu servidor, permítele vivir para servirte con amor, se que por tu infinita misericordia, le ayudaras a salir de esta, escucharas las suplicas de una joven enamorada, que a pesar de lo que hiso, le trajo felicidad y amor a mi niño Nahúm, padre misericordioso, ayúdalo a vivir, María, santísima madre, tú que eres madre, comprenderás mi dolor, no me importa si doña Maximiliana y don Alberto Monterrosa, me corren de la casa, de mi empleo, por lo que paso con su hijo Nahúm, yo solo quiero que lo salves, que lo hagas instrumento de agrado para Dios, padre todo poderoso, por favor, tengo fe en que escucharan mis ruegos. “se persigna”.
Alba: señor, sinceramente a Nahúm Monterrosa, yo no lo conozco mucho, nunca me he juntado con los ricos y no por ser discriminadora, si no que no quepo en su mundo; pero es porque ellos discriminan, señor, en Nahúm he sido testigo de que es diferente, de que las apariencias engañan, no por uno deben aguantar todos, he visto el gran amor que ese joven le tiene a mi amiga Ilena, conozco del gran amor y del sufrimiento de mi amiga Ilena, si ese joven se muere, ella se quedara sola, volverá a recaer en su adicción por las drogas y el destino de ese angelito que viene en camino va hacer sufrir si no está su padre, será sufrir o morir, yo siempre he confiado en ti, mi señor, en los buenos y malos momentos de mi vida, te he visto a ti y he visto tu inmensa misericordia, te he sentido y es por eso que hoy me atrevo a interceder por la vida de ese joven, confió y tengo fe en que Ilena y Nahúm, saldrán de sus vicios y un día de estos los tendrás a tu servicio, ayudando a gente con problemas de drogas, mostrándoles un camino para llegar hacia ti, se que serás como un juez, que los ayudara para que libres puedan volver a vivir, yo se que tu eres bueno, misericordioso, amoroso, y que ayudas a quien te lo pida, yo no voy a pedir por mí, si no a prometerte que voy a encargarme de que Ilena sea otra, que asista a un centro de rehabilitación, para rehabilitarse, veraz como Ilena, con tu ayuda misericordiosa, será otra mujer, una mujer que predique las maravillas de evangelio, señor, lo que te pido no es condición, es solo un favor de inmensa compasión, no dejes morir a Nahúm Monterrosa, dale a Ilena esa pruebita de que tú la has escuchado, veraz como Ilena cree y yo se que tú dices “dichosos los que creen sin haber visto” pero otros piensan de otra manera, algo así como “Ver para creer”, Ilena es de esas, a veces necesitamos un empujoncito para poder creer, no es fácil creer después de tanto golpe seguido.
-Más Tarde-
El narrador: en el cafetín del hospital, se encontraban las tres mujeres, reunidas tomando un café y comiendo pan dulce.
Noelia: sus padres están por llegar al hospital.
Ilena: ¿ya volvieron de arabia?
Noelia: sí, estaban en casa desde la mañana, habían hecho cerca de once llamadas al celular.
Alba: será mejor que nosotras nos vayamos, amiga.
Ilena: no, no, yo no me voy, no voy a dejarlo solo, así me insulten como me insulten.
Noelia: diga lo que diga la señora Maximiliana, ignórala ella es muy espacialita.
Alba: más bien dicho, ofensiva.
Ilena: no importa.
Alba: entonces yo, voy a mi trabajo, cuando salga hago unas vueltas que tengo que hacer y vuelvo por la tardecita, para ver como estas tú y como sigue Nahúm.
Ilena: perfecto, cuídate.
Alba: tu también amiga, gracias por ser tan amable con nosotras, señora Noelia.
Noelia: no crean, yo no soy de la misma clase social que Nahúm, yo solo soy una sirvienta con titulo de tutora, vestida con buenas ropas; porque mi trabajo me lo exige, estos trajes de señoronas de sociedad, son solo mis uniformes de trabajo.
El narrador: Ilena, aun tenía mucho que enfrentar para realizar su amor con Nahúm Monterrosa.
Poco después de comer, Ilena y Noelia, se fueron a la sala de espera, Noelia, vio cuando llegaron los señores Monterrosa.
Noelia: ellos son los señores Monterrosa, los padres de Nahúm.
Ilena: son bien lujosos no, la señora como que es muy refinada y mal encaradita.
Noelia: sobre todo ella, como lo dijiste es así muy discriminadora y ama los lujos, cállate que hay vienen.
Llegaron albero y Maximiliana, hasta donde estaba Noelia e Ilena.
Alberto: ¿Cómo esta mi hijo?
Maximiliana: exijo saber que le sucede a mí bebe.
Noelia: ya, calmados, yo les voy a contar esa larga historia.
Maximiliana: ¡a si! Sin cortarle ni un pelito, porque de eso depende que te despida sin pagarte.
El narrador: Noelia, les relato las cosas que habían pasado con la vida del joven Nahúm, todo lo que había pasado en mucho tiempo de su ausencia.
Alba, encontró un centro de rehabilitación para drogadictos, este era centro en el que pretendía rehabilitar a su amiga Ilena.
Los días, las semanas y los meses transcurrieron volando y el joven Nahúm, estaba aun en su estado del coma emocional, había algo que según decía el doctor no le permitía despertar, era como si no quisiera despertar para no enfrentar la realidad.
7 MESES MÁS TARDE.
Ilena, estaba ya casi por dar a luz a su hijo, el cual estaba por conocido que sería un varón.
Santuario Sagrado Corazón de Jesús.
Ilena, estaba rezando frente al altar, pidiéndole a Dios, como todos los días lo hacía en medio de sus lágrimas.
Ilena: Jesucristo, Jesús, médico de mi alma, tú que curaste a tantos enfermos, movido de tu inmenso poder y de tu gran misericordia, ten compasión de mí. Mira cómo estoy en tu presencia, incapaz, imposibilitada, para acercarme al hombre que amo, estoy enferma de amor y de desesperación. Si quieres, puedes limpiarme de esta lepra de mis vicios y de mi carne. Creo, señor, si quieres, puedes limpiarme y limpiarlo a él también. Puedes arrojar de mí esas cosas malas que oprimen y torturan mi alma.
El narrador: La joven Ilena, se puso de pie y prendía una candela, mientras hablaba con Dios, pidiéndole por ella y por su amado Nahúm, a quien esperaba ver de nuevo con vida.
Ilena: Dios mío, tú que todo lo puedes, y que más de una vez me has demostrado que cuento contigo para todo, te pido Padre mío, que me ayudes a resolver mi situación actual. Pon tu mano divina para que Nahúm, despierte y pueda yo seguir adelante. Te prometo, más dedicación y mas lealtad, para con los que me órdenes, prometo ser una mejor cristiana y mejor persona, y una mejor madre que se haga tu voluntad. Amen
Más Tarde.
Centro Rayo de Vida.
El narrador: Un pequeño grupo de jóvenes rehabilitados, estaban reunidos en un salón, donde Ilena, al fin contaría su cayada historia en el mundo de las drogas.
Ramiro: jóvenes, en estos seis meses hemos visto los cambios de todos, hemos escuchado las historias de todos, bueno, menos las de las jóvenes, Ilena y la jovencita que esta junto a ella, han compartido sus historias.
La joven Renata dijo: bueno, voy a contar mi historia, desde ya les digo que no me gusta hablar en público; pero hare la excepción; para decir un poquito de mi larga agonía en el mundo de las drogas.
Ramiro: pase, pase al frente, tome el micrófono.
El narrador: la joven Renata tomo el micrófono y relato su historia, una historia similar a la de muchos de los presentes.
Renata: …este infernal vicio acabará con mi vida… que puedo yo decir, este centro me parece súper objetivo; pero sin caer en tecnicismos, que sólo confunden más. Cuando egrese a este centro, quería que me asesoraran, más respecto al tema de la adicción a la cocaína; tengo 29 años, llevaba consumiendo esta droga cerca 6 años, últimamente sufrí de fuertes dolores en el pecho y taquicardias severas cuando la usaba, siempre la he combinaba con el alcohol, pero sentía que si no terminaba con eso pronto, este desgraciado vicio, acabaría con mi vida. Me parecía que mi organismo tanto físico como mental me pide la coca; pero al mismo tiempo ya no la toleraba, generaba efectos horribles en mí, como lagunas mentales, violencia extrema y depresiones súper profundas... tengo una nena de 5 años que es preciosa, un esposo trabajador y estoy pronto a graduarme de abogada en la Universidad National. Cuando llegue a este centro, lo primero que dije fue “¡Por favor, les suplico que me ayuden y me indiquen qué puedo hacer para dejar en definitiva esta maldita adicción!” hoy gracias a todo el equipo de profesionales que trabajan en este centro, estoy sana, no me dan ánimos de consumir, si tengo deseos me refugio en Dios y todo lo que les puedo decir a ellos y a Dios es, Gracias…. mil... Gracias, yo se que como yo me libre de ese mundo oscuro, muchos también lo lograran y como yo conocí a Dios aquí, muchos lo conocerán y yo voy a formar parte de los que ayuden a que otros conozcan a Dios y salgan del oscuro camino de los vicios, gracias por su atención, perdón por ser tan cursi, pero estas lagrimas son de felicidad, gracias a ustedes mis amigos y amigas, a todos los que trabajan aquí con mucho amor y a Dios, gracias por ese grupo de buenas personas que a puesto para ayudarnos.
Ramiro: excelente, toma un poco de agua, te caerá bien.
Ilena: señor Chasca, ahora lo voy hacer yo, voy a compartir con ustedes mi vida y mi paso por las drogas.
Ramiro: por supuesto, la palabra es toda tuya, adelante, el micrófono esta libre.
Ilena: gracias.
El narrador: Ilena pasó al frente y tomo el micrófono, mientras los presentes aplaudían, al fin Ilena decidió contar la historia de su vida.
Ilena: Amigas, Amigos, ya todos me conocen como Ilena, mi nombre es, Ilena Parra, soy latina, Centro Americana, Originaria del pulgarcito de América, mi precioso El Salvador, del departamento la Unión, Ciudad de Pasaquina.
Desde que tengo uso de razón soy huérfana, mis papis, murieron en un desafortunado accidente de tránsito, yo soy hija única, bueno a medida crecía me toco iniciar a ganarme el pan desde la edad más corta que pude, si a tan solo 7 años de edad, yo trabajaba ya para sobrevivir, vendía cualquier cosita en los autobuses, cuando cumplí mis doce años, hui de la casa de mi tía, después de que mi tío político quiso abusar de mi, cuando hui de esa casa, me fui a la capital de mi país, trabaja por un año y medio y conseguí juntar una buena cantidad de pisto, haya le decimos pisto al dinero, entonces cuando tuve dinero me vine con un viajero, ese viajero me dejo botada en Houston Texas, no me importo eso, me las arregle para sobrevivir, sabía que Dios no me desampararía nunca, y me las arregle a como pude, de donde menos pensé Dios, me protegió, un día de esos en los que la nieve caía gruesa, caminaba por las calles, encontraba gente, eran gringos y yo sin hablar ingles, cuando me hablaban, tal vez para ayudarme, yo les huía, me lleve como una semana comiendo comida robada, hasta que conocí a una señora , que por cierto muy linda ella, era originaria de Republica Dominicana, ella me ayudo, me consiguió un trabajo, me dio posada en su casa, me compro ropa, me trato como a una hija, aproveche mucho su ayuda, estudie un poco de ingles, al poco tiempo de vivir ahí en su casa, conocí a un joven, el que creí era el amor, era un muchacho guapo, humilde, me propuso viajar a la capital, ósea aquí a Washington DC, acepte, nos venimos y cuando llegamos y nos instalamos con trabajo y todo, el comenzó a juntarse con unos amigos, antiguos de su país, al reunirse el con ellos, el consumía droga que le invitaban, pronto, muy prontito el busco conecte y comenzó a traficar con pequeñas cantidades de drogas, decía que eso nos haría ser ricos; pero lo malo fue cuando él comenzó a venderla y a usarla, yo me sentía triste, ruin, quería olvidarme de todo lo pasado en mi vida, quería anestesiar mi alma del dolor, entonces ellos me decía que la droga ayudaba, ponía en onda la mente y el cuerpo, me decían que eso hacia olvidar el sufrir, hacia olvidar la triste realidad, que éramos ilegales, perseguidos por migración, que ganábamos menos de los que trabajábamos, que no teníamos oportunidades para llegar a cumplir nuestros sueños, era verdad lo que decían, quería olvidar todo eso, por eso me drogaba, comencé haciéndolo por eso; pero cuando me dí cuenta ya era una mujer adicta, no había día que no me pusieran onda, me sentía feliz, me sentía estar flotando en las nubes, lo feo era; cuando pasaba el efecto, pues para que el efecto no me hiciera volver a sufrir, me drogaba sin control, y así fue como en cuestión de meses, era una maestra experta en la materia, era súper adicta a todo tipo de droga, crac, piedra, coca, heroína, todas las drogas me apasionaban, pasaban años y seguía consumiendo, por eso, no termine mis estudios, porque ya nada me importaba, solo quería estar feliz, con ese veneno en mi cuerpo; pero estos últimos seis meses aquí en este centro, es que he dejado más el vicio, ya no siento deseos de eso, y pienso cuando tengo ansiedad, Ilena, vas a ser madre, no le hagas eso a tu hijo, me digo cosas a mi misma y evito drogarme, cuando tengo malos pensamientos, busco hacer cosas positivas y agradables al señor, se que aquí gastaron dinero desintoxicándome, limpiándome la sangre, no voy a defraudarlos, no, no lo hare, y saben que he dejado este vicio, porque antes de venir aquí, conocí el amor.
Ramiro: puedes continuar o cancelamos.
Ilena: ¡ah! estas lagrimas mías, no son de tristeza, son de felicidad, de dicha, porque me he recuperado en poco tiempo, cuando pensé que nunca saldría de ese vicio.
Ilena: es una hermosa obra, la que Dios, hace contigo y con todos los que llegan en busca de Él.
Ilena: les decía que conocí el amor, el es un hombre bello, un hombre un año menor que yo, el está por convertirse en mayor de edad, bueno, a él lo conocí en ese mundo sucio de las drogas, a él lo conocí por mi ex pareja, mi ex pareja le hiso creer a él, que éramos hermanos, ósea, me explico, mi pareja le dijo que no era mi pareja si no mi hermano, todo eso lo dijo con el fin de que yo me hiciera novia de ese joven, que por cierto se llama Nahúm, entonces Nahúm, un día llega al bar, donde yo trabajaba en mis noches libres y justo esa noche, yo, no trabajaba. Esa noche, había una fiesta y no trabajé; porque Ricardo, mi ex pareja, me pidió que me quedara para conocer a su próxima víctima, quien sería mi Nahúm, cuando, Nahúm, llego por drogas, yo, era la encargada de entregárselas, entonces Ricardo, antes me hiso vestir muy seductora, cuando conocí a Nahúm, yo estaba vestida como nunca, que a él lo deje con la boca abierta, yo lo veía, el me veía, ahí supe yo que él era el hombre, que por toda mi vida, había estado esperando; pero ya Ricardo, había escogido nuestro destino, un destino donde estaba escrito que yo tenía que enamorarlo para ganarme su confianza, luego convertirlo en el mas adicto de los compradores de Ricardo, lo logre, logre acaparar su atención, luego, luego me fui a casa de Nahúm, ya puestos haya supe que Nahúm, había sido escogido como la victima de Ricardo, por una obvia razón, Nahúm era un hijo de papi y mami, un archimillonario, era nada más y nada menos que el hijo de los Monterrosa, unos poderosos empresarios norteamericanos, Ricardo quería que Nahúm, fuera adicto porque sabía que entre más comprara Nahúm, mas vicioso se haría y mas dólares le entrarían a su negocio. Ricardo, me pedía que lo mantuviera siempre drogado, que en cuanto se drogara, le escondiera pequeñas cantidades de droga; para que este creyera que se había consumido la droga y corriera a comprarle más, luego como próximo paso me ordeno aprenderme las claves de la caja de seguridad, listo, lo logres, me dijo que robara joyas y dinero, lo hice y luego de eso me fui, lo deje sin darle explicaciones, lo deje sin importarme los bellos maravillosos momentos que viví con él, cuando me fui, me dolió y mi dolor era; porque esta yo enamorada de Nahúm, quería devolverle sus cosas e irme con el alma herida, con el alma que yo, me herí sola, yo estaba enamorada de Nahúm y para rematar, resulte embarazada de él, decidí desaparecer de la vida de Ricardo y Nahúm; pero Ricardo me encontró, me obligo a entregarle lo robado, cuando le entregue todo a Ricardo, para huir de mi realidad, me quise ir del estado de Washington DC, Nahúm, me lo impidió y ahí, ahí a la parada del tren llego Ricardo, y lo puñaleo, le clavo tres puñaladas por la espalda, y desde ese entonces, Nahúm, esta postrado en una cama de hospital, en estado vegetal, todo por mi culpa, ahí sigue mi amado, en estado de coma, y saben, noche a noche he ansiado drogarme, a escondidas de ustedes, sí, lo he deseado para quitarme esta tristeza, esta culpa que me mata al saberlo a él, ahí, sin poder sonreír, sin poder decirme que me odia por lo que le hice, sin poder pelear por su hijo que esta por nacer, me he querido drogar, para olvidarme de que el hombre que amo, esta postrado en una camilla de hospital, todo por mi culpa; pero saben, así como era de adicta a las drogas, ahora soy adicta a Dios, y en vez de drogarme pienso en Dios, en lugar de culparme pido al cielo para que Nahúm, viva y conozca a su hijo, para que me perdone y así poder irme a otro lugar, ahora creo en Dios, creo en Él, tengo fe en que mi amado conocerá a su bebe, que va a despertar y un día me dirá un te amo, tal vez hasta me alegre, de verlo despierto , aunque él no quiera nada conmigo y yo lo tenga que ver como un amigo y como el padre de mi hijo, me alegraría de verlo feliz con su hijo, aunque conmigo no se case, porque eso no lo merezco, amigos, lo último que les puedo decir es que digan – No a las drogas y si a la vida, al lado de Dios, porque sufrí mucho sin drogas; pero sufrí al doble con las drogas, porque casi destruye la otra mitad de mi vida y con fe salí adelante, cuando no creía posible salir de ese oscuro callejón sin salida, he visto como el poder de Dios, abrió un camino nuevo y lleno de luz, para mí y para todos en el mundo, ahora estoy libre de vicios y feliz con Dios.
Ramiro: sabes que Dios, te escucho cada oración que por las noches hacías, pidiéndole por la salud de Nahúm Monterrosa, cada vela que prendías en la capilla de este centro y a la iglesia, cada flor que le obsequiaba a la Virgen, te las acepto y pidió ante el despacho divino por la vida de Nahúm Monterrosa.
Ilena: ¿Cómo? ¿No entiendo de qué habla? ¿Qué trata de decirme?
Ramiro: júzgalo por ti misma y date cuenta de que lo que Dios, te promete lo cumple.
El narrador: todos se pusieron de pie y aplaudieron al ver que don Alberto y su esposa Maximiliana, traían en una silla de ruedas al joven Nahúm, quien venía acompañado por Noelia y Alba.
Ilena: Ilena: Nahúm.
Nahúm: Ilena.
Ilena: Dios mío, esto es un milagro.
Nahúm: mi amor, no llore, mejor ríase de las desgracias de antes, mire que Celia cruz decía, la vida es un carnaval.
Ilena: estás devuelta.
Nahúm: si verdad, que mala suerte que no me morí.
Alba: no digas eso.
Maximiliana: si mi amor, ni en broma.
Nahúm: ¡ya! solo era una pequeña bromita para romper el hielo.
Alberto: su atención por favor, señores y señoras, jóvenes y todos los presentes, hasta tu hijo, silencio por favor, es que mi hijo quiere decir algo.
Nahúm: escúchenme todos, en especial tu mi amor, mi amor, escuche todo lo que dijiste, todo, toditito, todita tu historia y tu dolor, es doble que el mío, bueno fue; pero lo que más me gustó, escúchenme, fue que ella dijo algo divino, tu lo dijiste mi corazón, dijiste que me amas; pero antes de escuchar eso, yo lo había decidido, porque dormí mucho, tuve mucho tiempo para pensar, por eso no quería despertar, no son bromas, ahora en serio, antes de escuchar que me amas lo había decidido.
Ilena: ¿que habías decidido?
Nahúm: papá, mamá, mi segunda madre, Noelia, Albita mi cuñada numero uno, la única, la favorita de Nahúm.
Alba: soy la única, la adorable e irresistible cuñada.
Nahúm: cierto, yo lo sé Albita, y todos ustedes, los presentes que cuidaron a mi preciosa amada, por cuidármela bien, quiero que sean testigos de esto, quiero que me ayuden a convencerla.
El narrador dice: y todos los presentes dijeron: ¿a qué?
Ilena: ¿convencerme? ¿Convencerme para qué?
Nahúm: Ilena Parra, aceptas casarte con Nahúm Monterrosa Belmont, di que si, para que seas, Ilena Parra de Monterrosa, mira que este anillo esta perfecto para uno de tus deditos bellos, di que si y me tendrás a tus órdenes.
Ilena: pero y tu mam…
Maximiliana: mi amor, por mí, no te detengas, una nuera como tú, no encontrare jamás, así que dale el sí y ponme en cintura a este muchachito haragán que ha dejado sus estudios.
Alberto: menos te detengas por mí, apoyo lo que su madre dijo, sí, hazle caso a tu suegra.
Nahúm: hey amigos, échenme una zarpazo de tigre, porque veo que con una manita de gato no me la van a convencer, entonces este anillo se quedara en uno de mis preciados bellos dedos, porque no lo obsequiare, no lo tiraré tampoco ¡Ja! Ayúdenme a ganarme un sí de ella, griten, convénzanla.
El narrador: y todos los presentes comenzaron a gritar diciéndole a Ilena: “que lo acepte, que lo acepte” y yo dije lo mismo, que lo acepte, ya sufrió mucho no creen, pues Ilena quería decir si, pero es mujer y quería hacerse de rogar.
Nahúm: Ilena, Dios ha permitido que viva con él, con mi hijo y contigo, con ustedes quiero hacer una nueva familia, mi familia, nuestra familia, donde estemos felices tu, yo y nuestro pequeño hijo, yo sé que soy un chico de veinte años; pero yo, que tu, digo que sí, porque ahora ando fácil de ganarme ¡jajaja! Ya en serio, Ilena, en tres meses cumpliré mi mayoría de edad, voy a terminar mis estudios, mejor dicho vamos a terminar nuestros estudios y entraremos juntos a la universidad; pero antes, quiero que mi hijo nazca en el ceno de una familia bendecida por Dios, fundamentada en la sociedad y en el amor de Dios, quiero casarme contigo ante la ley de Dios y la ley de los hombres, quiero casarme contigo y tener muchos; peor muchos niños preciosos como yo, y como tú, mi amor, mi cielo acéptame, porque no nos vamos a mover de aquí, hasta que me des un sí o un sí.
Alba: es tú sueño dorado amiga.
Ilena: Nahúm.
Nahúm: no digas nada, te amo, no creas que lo hago por el bebe, si fuera por el bebe, bastaría con pagar lo que la ley me obligue a pasarte por mes, bastaría con eso y con legalizar a mi hijo, yo estoy decidió a hacerme dueño de ti, estoy decidido a pasarme a vivir a tus brazos de mujer hermosa, estoy decidido a darte mi amor, así que mi vida, mi tesoro, mi cielo, así que ya amárrame a tu vida, o por ahí pasa otra y me lleva, no me dejes ir, mira que si pasa otra no me hago de rogar.
Ilena: si, acepto.
Nahúm: oyeron eso, me dijo si, y dijo no para ustedes, me escogió a mí, váyanse, chu, chu, chu… ella me ama a mí, me ama, me voy a casar, hurra, hurra, viva, casarse, casarme, hijo, pañales, ¡eu! Casarme, eso significa no mas soltería, god bye mirar otras chicas ¡oh my God! Eso es fantástico, me caso con la mujer que amo “gritaba muy alegre contagiando con su alegría y con sus bromas”.
El narrador: y entre la felicidad, Nahúm y todos gritaban pidiendo un beso de amor, después de que Nahúm, hiso entrega del anillo de compromisos, anillo que lo unía a su amada Ilena.
Nahúm: alguien dijo la palabra clave, beso, ¡huy! eso es solo para chicos buenos como yo, para chicos guapos que se merecen muchos besos de mi amor “se besan”.
Maximiliana: ¿y para cuando es la boda?
Nahúm: para dentro de 6 meses, sí, porque el novio tienes que rehabilitarse, ósea el novio, saben quién ese tipo sexy, yo, la verdad es que me voy a rehabilitar aquí.
Maximiliana: ¡aquí! ¿Por qué aquí?
Nahúm: mamá.
Maximiliana: está bien.
Noelia: yo platique con el padre y con el señor Ramiro Chasca, bueno con mi casi esposo, el se pregunto lo mismo que usted, señora Maximiliana, ¿porque rehabilitar a Nahúm aquí? Yo se que usted dirá que un Monterrosa, no debe estar en lugar tan humilde como este, pero la verdad es, que aquí hay amor, tratan con cariño a las personas, aquí les ensenan de todo, hasta hacen campamentos bíblicos, retiros espirituales, con sacerdotes que trabajan en conjuntos.
Maximiliana: en otro caso, creo que si hubiera dicho todo eso, porque nada más me importaba mi buen nombre; pero con lo que mi hijo a sufrido, he comprendido que lo mejor es el amor, que le den a mi hijo, ese amor que sea puro y verdadero.
Alberto: Maximiliana, mujer, amor, déjalo que después de todo, Dios, esta donde quiera que lo busques, lo encuentras entre ricos y pobres, si nuestro hijo está bien aquí, no hay que impedírselo.
Nahúm: Noelia, me puso al tanto, no se barrer, no se lavar mi ropa; pero siempre hay una primera vez para todo y mamá, no digas, un Monterrosa lavando ropa, cuando goza de criadas y todo eso, déjame mami, si lavo ropa, si barro y mapeo pisos, si limpio, si me caigo, si me golpeo, déjame, déjame ser yo, no quiero más dependencia de los sirvientes, quiero valerme por mi mismo.
Maximiliana: hijo, perdóname, se que como madre no fui la mejor, debí prestarle más atención a mi rol de madre, antes de jugar a la empresaria.
Nahúm: en otro tiempo como tu dices, hubiera dicho todo y lo dije, pero hoy entiendo que las cosas pasan como deben pasar, necesite perderlo por un tiempo para darme cuenta que Dios, me dio mucho, muchísimo, tanto tuve que aun así vivía reprochando lo que otros aun no teniéndolo no se viven quejando, mami, en este caso todos fuimos culpables de todo, pero son errores de la vida, son cosas que pasan, la vida es vida, por eso, porque nos equivocamos, porque para eso está Dios, para perdonar nuestros errores, para ayudarnos a rectificar, y me hace feliz que ustedes acepten que yo la amo a ella, que ahora ella será una más de los Monterrosa.
El narrador: todos aplaudían por las palabras de Nahúm, las cuales causaron lágrimas en su madre, Maximiliana.
Alberto: que se quede aquí o a donde el quiera, después de todo lo que cuenta es la fe.
Ramiro: la fe no es ver, es creer y según dice la biblia en el libro de hechos, capitulo once, versículo uno (Hechos 11: 1) La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Alberto: LA FE ES... Para algunos, la FE, es un misterio, para otros es una ilusión; aún hay otros que piensan que es locura y otros tantos la consideran… fanatismo. Para el que cree… Es poder de Dios. Aún entre los creyentes, muchos no la entienden, razón por la cual no saben cómo ejercitarla, resultando en el descuido de la fuente que la origina, entonces viene el desánimo, la indiferencia, la duda y la incredulidad.
Nahúm: justo lo que me sucede a mí.
Ramiro: bueno, tendremos un campamento bíblico, el ultimo del año, ahí sabrás que si tienes fe.
Ilena: es muy bello ese momento ya lo vivirás mi amor, será un momento tuyo, de Dios y de los presentes, es lo más maravilloso de la vida, es como transformar tu alma.
Nahúm: si tu lo dices es bello, mi cielo, todo lo que tu boquita de hada madrina dice es pura verdad, ah mamá, te aclaro algo, quiero una boda sencilla, nada de invitados de mi circulo social, que don fulano es de la empresa tal, que don perengano es nieto del senado, blablablá, quiero gente sencilla como yo, quiero gente humilde, quiero que todo los que estén aquí sean los invitados a mi boda.
Alberto: descuida hijo, tu madre se entretendrá con el nieto y preparando el vestido de la novia.
Narrador: El tiempo transcurría, en un mes que paso, Nahúm empezó a recuperar sus fuerzas, asistió con puntualidad a cada terapia para recuperarse de su salud, a las desintoxicaciones, al poco tiempo también asistió al nacimiento de su hijo, al que llamaron con el nombre de Joel Alberto Monterrosa Parra. Nahúm, se estreno como papá con una tremenda emoción, se sentía un poco triste de dejar a su hijo y a su querida prometida, para regresar al Centro; pero sabía que eso necesario para evitar recaer en las drogas. Nahúm, regreso al centro, donde escuchaba las historias de jóvenes y adultos que habían tenido que ver con el mudo de las drogas.
-Centro Rayo de Vida-
Ramiro, le obsequio a Nahúm, un regalo, el cual Nahúm, abrió en su cuarto a solas y era un CD, que contenía una sola canción, la cual era de titulo “Tu Con el” era una canción del los iracundos; pero era la canción tu con él, en versión cristiana.
5 MESES MÁS TARDE.
El narrador: cinco meses habían transcurrido después del nacimiento del hijo de Nahúm, ahora el joven Nahúm estaba finalizando los seis meses de rehabilitación y con ello junto al grupo hacían un campamento bíblico.
Campamento La Luz.
(Campamento Bíblico).
Ramiro: chicos, señores y señoras, en esta noche fría, alrededor de esta hermosa fogata que nos calienta, vamos a dialogar un poco sobre una palabra, una palabra compuesta por dos letras, la Fe, algo que como a Nahúm, le cuesta tener a muchos también les cuesta.
El narrador: Nahúm, que estaba sentado en aquel círculo de amigos, se puso de pie y viendo para otro lado, dando la espalda murmuro algo que a todos, hiso verse mutuamente.
Nahúm: es que es difícil creer cuando te pasa de todo, es difícil saber ¿qué es la fe? A veces llegue a sentirme tan solo, que deseaba correr y quitarme la vida, quería tener fe en que habría un mañana para mí, me cuesta trabajo tener, aun a estas alturas no la tengo y si la tengo no sé como la debo manifestar.
Ramiro: Nahúm, escucha con atención, se que a todos les parece tan difícil creer, en estos tiempos la fe, se pierde con mucha facilidad, inclusive yo, yo, fui un drogadicto, yo era súper ateo, no creía en nada, todo lo que tenía que creer debía mirarlo para creerlo, yo estuve a punto de morir por varias sobre dosis, si dudan de mi testimonio, el padre es testigo de lo que digo, porque gracias a él, es que estoy vivo, yo viva en Maryland, halla junto con mis amigos me la pasaba borracho, de discoteca en discoteca, tras de mujeres, no pasaba lucido, siempre esta ebrio, cuando murió mi esposa quise odiar a Dios, lo hice, pero solo de dientes para fuera, porque Dios, a todos, a todos nos dio un corazón lleno de pureza, lo que pasa es que a medida crecemos, nosotros lo volvemos impuro, al nacer todos nacemos siendo angelitos, yo culpaba a Dios, de la muerte de mi esposa, la cual estaba embarazada; pero no era Él, el culpable, fue solo un accidente, mi esposa en una noche de invierno venia conduciendo, ustedes saben cómo se ponen las calles de lizas cuando ha nevado, entonces mi esposa, choco contra otro auto, del golpe recibió un ataque al corazón y murió llevándose en el vientre a nuestra bebe, culpe a Dios, por un accidente, pero que gane con eso, destruirme solo, alejarme de Dios, y cuando me di cuenta de la verdad, fue cuando estaba en el fango, cuando estaba caído, cuando estaba por morir de cirrosis, cuando mi cuerpo estaba destruido, hoy gracias al señor, estoy con vida y me dedico a darles una luz a todos los que están en la oscuridad.
El sacerdote: es muy cierto, yo lo lleve a la casa parroquial, luego lo interne en un centro como este, así fue como se recupero, lo instruí para que fuera un cristiano más que adorara a Dios.
Nahúm: es muy tierno lo que dicen, sabes Ramiro, no olvido aquel obsequio que me diste recién llegado al centro, lo conservo, nunca he escuchado la canción porque no tengo valor, me gustaría escucharla hoy con todos ustedes; pero antes me gustaría que me hables de la fe, eso que tu dijiste que me dirías.
Ramiro: Hay varios puntos muy importantes, los cuales debemos de tener claros… estos son:
Ningún ser humano puede crear fe… “Es Jesús el autor y consumador de la Fe.” (He.12:2)
La verdadera Fe no está fundamentada en palabra de hombre alguno, sino… en la palabra de Dios. No es creer a los hombres; es… creer a Dios. “Así que la Fe viene por el oír, y oír, la Palabra de Dios.” (Romanos 10:17)
La mano de Dios, no se mueve por las necesidades sino… por la Fe. “Sin Fe es imposible agradar a Dios.” (Hebreos 11:6)
Nuestras peticiones deben estar fundamentadas en la Palabra de Dios, creyendo lo que Dios, dice para que sean contestadas.
“Esta es la confianza que tenemos en Él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, Él nos oye.
Y si sabemos que Él, nos oye en cualquier cosa que pidamos,
Sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
1 Juan 5:14-15
¿Anhelas que tus necesidades sean suplidas?
“Confía en Dios, y haz el bien; y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Deléitate asimismo en el Señor, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.” Salmo 37:3-4.
¿Deseas vivir una vida victoriosa aún en medio de la adversidad?
“… Esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra FE.” 1 Juan 5:4.
Hay aún otro factor que es vital para el o la que anhele ver sus peticiones contestadas y el cual, en ocasiones, no se toma en cuenta, se olvida, se ignora y se pasa por alto su importancia. “El limpio de manos y puro de corazón… él recibirá bendición del Señor.” Salmo 24:4,5.
No se puede tener fe, si nuestro corazón nos reprende; no se puede confiar en Dios, si nuestros asuntos no están en orden; no podemos creer, si no tenemos paz con Dios. “Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquier cosa que pidamos la recibiremos de Él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de Él.” 1Juan.3:21-22.
En este tiempo, más que en ningún otro, hay ciertos asuntos en la vida de muchos, que están siendo impedimentos para poder disfrutar de una vida plena y abundante tal y como Jesús, nos vino a dar. Estos están obstaculizando el libre fluir de las bendiciones que Dios tiene para cada cual. Seamos valientes y pongamos en balanza lo verdadero y permanente y que trae tras sí la bendición, y al otro lado, aquello que es efímero, temporero y que esconde en sí la maldición. ¿Qué prefieres? ¿Hacia cual lado se inclina tu balanza?
Si llamándote cristiano(a), hay algo en tu vida que sabes que va en contra de los principios divinos, pero no lo quieres dejar, no te extrañe que sean las consecuencias que le siguen las que te quieren robar la paz, aquello para lo cual no tienes solución y … entonces deseas que Dios intervenga, pero, ¿sabes? Él está dispuesto, si te comprometes a poner tu casa en orden, a cambiar tu estilo de vida y a ponerlo a Él, en primer lugar. “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las demás cosas te serán añadidas.” Mateo 6:33. "Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo." Romanos 5:1.
Entonces sí podremos pedir con FE, no dudando nada…confiando y esperando con gozo la contestación a todas nuestras peticiones.
“Y a Aquél que es poderoso para hacer todas las cosas
mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos,
según el poder que actúa en nosotros,
a Él, sea la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades,
por los siglos de los siglos. Amén”. Efesios 3:20-21
Ruth: muchachos, amigos, yo soy Ruth, amigos míos, mi vida no ha sido fácil; pero la vida de quien es fácil, la de nadie, la vida es vida porque hay problemas, dificultades que con inteligencia sabemos llevar. Bueno, yo crecí en una familia cristiana, pero durante los últimos 14 años de mi vida nunca había sentido realmente que Dios, me amaba. Ciertamente, ya me habían dicho que me amaba, pero nunca había tenido personalmente una prueba de ello. De cualquier manera, un amigo me invitó un verano a un campamento bíblico cristiano, y entonces me convertí en una verdadera cristiana. Desde entonces Dios, ha estado obrando en mi vida, y todo lo que hago parece hecho siempre para sentirme cómoda. Si el Señor, está de tu lado, ¿quién puede estar en tu contra?"
El sacerdote: ¿Qué es la Fe, y como la obtenemos? Fe, es la creencia en algo más grande que uno mismo. La confianza en algo que directamente nos influye como personas. Este ‘algo’ puede ser un miembro de tu familia, un jefe, un equipo atlético o un jugador, un gobierno, pero la referencia más común de la Fe es hacia Dios. Cree y confía en ‘algo’ que no puedes ver, ni tocar, ni oler, ni oír. Cree y confía en algo que va mas allá de la comprensión humana. Suena fácil, no… ¡Claro que no! Entonces ¿de dónde es tan fuerte y universal este concepto de la ‘Fe’? “Religión es el opio de las multitudes”, así respondería Carl Marx. Ahora, tú me puedes decir un millón de veces que el fuego es frió, pero nunca te lo voy a creer. A lo que me refiero es que si la esencia de una frase o teoría es falsa lo que viene de esa teoría tiene que ser falso. A lo que llego, es esto; todos tenemos una chispa de ‘Fe’ en nuestro ser. Esta chispa es la esencia verdadera en que se basa la religión. Es como un reflejo, como que en algún lugar en nuestro ADN esta codificado el sentimiento de la Fe.
Ramiro: ¿Y ahora qué? ¿Como la usamos? Eso es lo que todos nos preguntamos.
El sacerdote: La Fe, es nuestro salvavidas. Fe, es lo que nos motiva para salir de la cama en la mañana y acostarnos en la noche. Tenemos ‘Fe’ que va a ver un mañana y por eso hacemos lo que hacemos hoy. Cada quien practica y demuestra su ‘fe’ de formas diferentes; algunos son religiosos, no-religiosos, practicantes, no-practicantes… etc. Todos tienen la libertad (por lo menos hoy en día) para practicar de acuerdo a su nivel de confort.
Ramiro: La ‘Fe’ es sin definición abierta a la aceptación individual. Vive tu ‘Fe’ al nivel que tú crees que lo necesitas vivir. Esto es independiente de las reacciones y/o comentarios externos, llena tu alma con lo que quieras. Abraham eligió llenar su vida con la ‘Fe’, la ‘Fe’ absoluta, y su camino estuvo lleno de retos. Pero para él y para todos nosotros, valió la pena. Mira lo que obtuvo. Esto no quiere decir que debes de usar la ‘Fe’ como un medio para lograr un fin, si no que ese fin sea un ‘vida llena’ y un alma en paz. “Que todos encontremos nuestra chispa, aceptarla, y que llenemos nuestros corazones de fe, para que podamos vivir nuestros días en Paz y Tranquilidad”
Nahúm: todo lo que dicen es bello, muy bello; pero yo quiero tener fe; pero no puedo.
El sacerdote: ¿Cuál es el porqué de tu desconfianza? ¿Cuál es el porqué de tus miedos?
Ruth: un famoso escritor decía: No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.
Ramiro: Quien pierde su fe, no puede perder más.
Nahúm: yo he vivido cosas fuertes en mi corta edad y solo Dios, sabe que siempre, toda una vida yo, le había pedido por respuestas, que me probara que él estaba conmigo y no lo hiso.
El narrador: todos los presentes se miraban entre si, por un momento se quedaron en silencio, dejando a Nahúm, que estaba viendo la luna hacia el cielo, hablando con tristeza y resentimiento.
El narrador: después de unos instantes, Ramiro siente como si fuera una voz interna la que le hablase para que diga cosas que animen a Nahúm.
Ramiro: tu pediste pruebas y pruebas fueron las que pasaste, todo lo que has pasado tu lo pediste vivir, Dios permitió cada cosa de la que viviste; para el poder mostrarte atreves de eso su gran poder al final de cada una de esas pruebas, que te hiso vivir para que las contaras tu, para que fueran experiencias de la vida. Una de las más fuertes pruebas del poder de Dios, contigo, ha sido cuando esos jóvenes te atacaron con aquel puñal, sus intenciones no eran jugar, si Nahúm, sus intensiones eran claras, muy claras, ellos hundieron el cuchillo en tu cuerpo con la intención de dañarte tus órganos; pero Dios, puso su mano frente a ese cuchillo, así como también puso su cuerpo en la cruz por tu alma y si tú, te das cuenta ahora de todo esto, porque no crees en él, tú no eres ignorante, todo lo que te he dicho lo conoces, no eres ignorante de que Dios, nos muestra su poder divino día con día y no tengo que decirte más; porque los verdaderos milagros los has vivido en carne propia.
El narrador: otros instantes después, hubo otro minuto de silencio; pero el minuto se alarga cuando Nahúm, comienza a recordar todo lo de su vida pasada, mientras uno de los jóvenes añade un poema que es muy conocido por todos, Nahúm, escuchaba ese poema y su mente le mostraba los recuerdos de todo lo que vivió hasta hace seis meses atrás, por cierto el poema se titulaba: Huellas Sobre la arena.
Un joven recitaba el poema: Huellas sobre la arena
Una noche en sueños vi
que con Jesús caminaba
junto a la orilla del mar
bajo una luna plateada.
Soñé que veía en los cielos
mi vida representada
en una serie de escenas
que en silencio contemplaba.
Dos pares de firmes huellas
en la arena iban quedando
mientras con Jesús andaba,
como amigos, conversando.
Miraba atento esas huellas
reflejadas en el cielo,
pero algo extraño observé,
y sentí gran desconsuelo.
Observé que algunas veces,
al reparar en las huellas,
en vez de ver los dos pares
veía sólo un par de ellas.
Y observaba también yo
que aquel solo par de huellas
se advertía mayormente
en mis noches sin estrellas,
En las horas de mi vida
llenas de angustia y tristeza
cuando el alma necesita
más consuelo y fortaleza.
Pregunté triste a Jesús:
"Señor, ¿Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción
siempre andarías conmigo?
Pero noto con tristeza
que en medio de mis querellas,
cuando más siento el sufrir,
veo un sólo par de huellas.
¿Dónde están las otras dos
que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota
sin piedad la vida mía?
Y Jesús me contestó
con ternura y compasión:
"Escucha bien, hijo mío,
comprendo tu confusión.
Siempre te amé y te amaré,
y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estaré
para mostrarte Mi Amor.
Mas si ves sólo dos huellas
en la arena al caminar,
y no ves las otras dos
que se debieran notar,
es que en tu hora afligida,
cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas
porque te llevo en Mis brazos".
El narrador: tras terminar de recitarse el hermoso poema, la mente de Nahúm, lo hiso convertirse en un cristiano de corazón, fue increíble, se vio caer de rodillas y llorando, así fue como ocurrió todo, llorando gritos unas frases muy lindas, que me conmovieron a mi también.
Nahúm: Hoy Conocí a Dios
El narrador: Ramiro puso el CD que le regalo a Nahúm, y el CD solo contenía una canción, canción que hiso que todos escucharan mientras abrazaban a Nahúm, así fue como el campamento finalizo, con gritos de gloria y jubilo, celebrando que una persona mas volvía al camino del señor, todos cantaban y bailaban al compas de aquella canción cristiana, que de verdad a mi si me gusto y se titulaba “Tu con Él”, era de esos famoso Iracundos, pero en versión cristina, porque hay otra versión; pero esta canción nos hacia recordar todo lo bello que Dios nos ha regalado.
Fin
(Fin de la Narración)
2 AÑOS DESPUÉS.
El narrador: recordaran que, al principio se hablo de algún lugar en Washington DC. Un algún lugar indefinido, de un oscuro cuarto, donde había una mesita y una silla, y en la silla se encontraba sentado un extraño joven, quien estaba escribiendo en un pequeño cuaderno, como si fuere un diario de su vida, pues yo les diré quien era ese joven, solo que antes van a escuchar lo que sucedió después con Nahúm, y el resto de amigos y familiares que rodeaban la vida de Nahúm.
Amigos, esta historia me emociono mucho y lomas curioso de todo en esta historia es que yo estaba allí. Yo fui uno de los cómplices en aquella ocasión, cuando ayudamos a herir a Nahúm, y esta historia que les cuento amigos míos, esta historia la sé porque después de que salí de la cárcel, puesto que mis culpas eran menores, escuche un poco sobre Nahúm y su esposa Ilena, sobre su hermoso hijo y sobre el gran Centro de Rehabilitación, que habían construido y que ellos mismos dirigían, entonces, era tanta mi culpa de la dicha y la envidia que yo sentía y al no tener a donde ir, el único lugar que se me ocurrió para ir, fue ese centro que Nahúm y su esposa dirigían, amigos, no me lo están preguntado; pero, llegue sin ropa, no sean mal pensados, llegue solo con lo que traía puesto, lleguen sin ropa, sin dinero y para mi sorpresa fue Nahúm, quien me recibió con un abrazo muy fuerte diciéndome: “Bienvenido al Centro Sagrado Corazón de Jesús, pasa adelante, esta es tu casa” amigos, después de lo que le hicimos, no me guardaba rencor, hasta me mostro un cuarto, el cual me dijo “Desde hoy este será tu cuarto”, me dijo que era mío, amigos, Dios, hiso un gran cambio en él, por supuesto que yo me sentía envidioso por eso; y dije que si el pudo yo también podría, y es así como hoy desde aquel entonces de hace dos años después, ayudo como consejero a muchachos jovencitos que como Nahúm, Ilena y yo, un día estuvimos sin conocer a Dios, así como nosotros pudimos llegar a decir con fe: Hoy Conocí a Dios.
Desde el inicio vimos a un extraño personaje sentado en una silla, escribiendo en un cuaderno y ese era Félix, quien estaba en el centro –Sagrado Corazón de Jesús-.
Narrador (Félix): ahora si chicos, yo soy el hombre joven que estaba de espaldas, sentado en esta misma silla, escribiendo en este cuaderno y saben que escribía, pues una hermosa historia que pronto pondré a la venta, con la ayuda de Nahúm, ah miren hay viene Nahúm y trae un regalo en sus manos y es para quien, para mí, adivinen que es.
Nahúm: increíblemente lograste tu propósito, cambiaste por completo y aquí está tu recompensa.
Narrador (Félix): haber, lo abro, si verdad, Nahúm esto es.
Ilena: tu libro, el que titulaste como.
El niño Joel Alberto dijo: Hoy conocí a Dios (guiño un ojo)
Fin.
PARÁBOLA DE LA SEMILLA DE MOSTAZA.
(Mt 13: 18-19)
Dijo:
¿A qué es semejante el reino de Dios, y con que lo comprare? Es semejante al grano de mostaza que un hombre tomo y sembró; y creció y se hizo árbol grande, y las aves del cielo anidaron en sus ramas.
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